Guion: Frank Miller Dibujo: Frank Miller
EDICIÓN ORIGINAL: Ronin núms. 1 a 6 USA
ECC / Vértigo
Precio: 26 €
Valoración: 8 sobre 10
Citas: -"Yo vivo para mi maestro. Él es mi vida" (Ronin)
-"Estamos en este precipicio. Nuestras vidas son tan frágiles y breves como la flor del cerezo. E igual de fragantes" (Ronin)
Reseña: Mientras Frank Miller brillaba con su labor en Daredevil, fue invitado, junto a otros dibujantes como Howard Chaykin y Walter Simonson, al evento "Upstart Studio in the Garment District of New York", un encuentro entre autores para intercambiar impresiones. El guionista norteamericano reconoció que la participación en este evento plantó la semilla para la presente obra: "Fue emocionante formar parte de un panteón de artistas. Honestamente, resultó muy instructivo para mí. (....) Tanto Walt Simonson , y en particular Howard Chaykin , me presentaron los cómics europeos. Luego , a través de una amiga, Laurie Sutton , descubrí los cómics japoneses. Todo eso dio a luz a Ronin".
Todas esas influencias de cómics europeos y japoneses que se iniciaron a partir de dicha convención de artistas se volcaron en el primer proyecto para DC en que Frank Miller se embarcó gozando de plena libertad creativa. En efecto, Ronin se concibió como una obra innovadora, que trascendiera los tópicos de los cómics americanos de superhéroes que ya empezaban a hastiarle y limitarle, y, de paso, quiso abrir, sin éxito, una nueva línea de cómics destinada a un público adulto. En el libro "Frank Miller: En primera persona", así lo manifiesta este famoso escritor: "Ronin fue un proceso de liberación. Pasé de dibujar como me habían enseñado a crear un nuevo estilo (...) no se había hecho nada igual antes". El autor cuenta su ambición: "Ronin podría haber sido el primero de una nueva línea para DC, eso habría sido lo apropiado, igual que Dreadstar fue uno de los primeros lanzamientos de la línea Epic de Marvel".
Desde mi punto de vista, las veces que he leído esta obra me ha parecido confusa en algunas partes y el ritmo no resulta fluido, sino que se atasca en diálogos y situaciones sin interés, de relleno. El dibujo lo considero simplista, muy chulo en ocasiones de "postureos a lo combate de samuráis", pero no procede dedicar páginas enteras e incluso desplegables a las ilustraciones más simples. Aun siendo una obra menor de Miller en su época de mayor esplendor, resulta notable, muy entretenida y, sin duda, rompedora en su momento. Se observa el afán de innovación en que gran parte del protagonismo recae en una mujer, en la libertad sexual mostrada por esta cuando se siente inevitablemente atraída por el salvajismo del ronin a diferencia de su apacible pareja o los desnudos durante la historia.
El escenario de la historia se sitúa en la ciudad de Manhattan que constituye un reflejo de lo que ocurre en el resto del mundo: una distopía social, el pueblo empobrecido y una élite militar y científica que vive con holgura. Mientras la mayor parte de los ciudadanos pasa hambre, los científicos encuentran financiación para descabellados proyectos de dudosa utilidad, entre los que destacan las instalaciones de Aquarius, enmedio de Manhattan, compuesta de biocircuitos y controlada por una inteligencia artificial muy avanzada llamada Virgo. Las corporaciones se disputan lograr que los avances científicos se enfoquen hacia tecnología para la guerra en una era de inestabilidad. En el centro de Aquarius se encuentra Billy, que carece de extremidades y posee increíbles habilidades mentales, como la telequinesis, que prometen revolucionar el campo de la cibernética.
Bajo el atento cuidado de Virgo, Billy empieza a tener extraños e inquietantes sueños que le transportan a la época de los samuráis, en donde un demonio llamado Agat asesina al maestro de un samurái para robarle su espada mágica. El joven impedido de asombrosos poderes mentales contempla cómo sus pesadillas cobran vida delante de él cuando el demonio Agat asalta el complejo Aquarius y él mismo se ve poseído por el ronin sufriendo una metamorfosis con ayuda de los biocircuitos de su alrededor. La I.A. logra evitar el fatal encuentro entre ambos enemigos con una explosión que lanza lejos a ambos.
Más tarde, autoreparada Aquarius, el demonio Agat utiliza sus poderes de metamorfo para hacerse con la compañía que controla Aquarius para emplear su tecnología en forma de guerreros robots y armas y así poder facilitarle liquidar a su rival. Mientras tanto, el Ronin recorrerá el caótico submundo de Manhattan donde o buscan aprovecharse de sus habilidades o se ve implicado en sanguinarias guerras de bandas racistas. El encuentro entre ambos enemigos eternos resultará inevitable. Sin embargo, detrás de todas estas apariencias, irá revelándose quién se encuentra detrás de todo en realidad, moviendo los hilos, con intereses particulares a costa de los implicados y que, finalmente, la situación promovida se le irá de las manos y escapará de todo control.
