Squadron Supreme núm. 3 de 12
Guion: Mark Gruenwald
Lápiz: Bob Hall
Tinta: John Beatty
Color: Christie Scheele
Valoración: 10 sobre 10
Fecha 1ª publicación: nov. 1985
Edición española: Escuadrón Supremo número 3 (Cómics Forum); Escuadrón Supremo Nº 01 (Marvel Gold - Panini Cómics)
Título: Confrontación
Título original: Showdown
Citas destacadas: -"Oh, no...¡Ha muerto! No he podido salvarle. No he podido." (Doctor Espectro)
-"Admitámoslo...las armas matan. Y los poderosos americanos tienen otras formas de defenderse sin matar. Sólo cuando depongamos las armas seremos libres." (Princesa Poder)
Reseña: Después del desolador final del anterior número, aumenta la sensación de que puede ocurrir cualquier cosa con los personajes de Gruenwald y, por tanto, se genera mayor expectación. No salen indemnes de sus problemas y trifulcas como la mayoría de superhéroes, sino que más bien resultan vulnerables a ellos tanto física como psicológicamente. Se caracterizan muy humanos y el lector logra conectar con ellos emocionalmente de una manera fácil gracias a las buenas artes de Gruenwald.
Para este episodio, el guionista coge al miembro del Escuadrón Supremo más alegre y optimista y lo desmenuza, le destroza la vida. Hablamos del Doctor Espectro, el guaperas de éxito entre las mujeres que parece dedicarse a lo de superhéroe más por la fama que por otra cosa, el que organiza partidas de póquer tras cada reunión nocturna de su equipo y que no se cansa de bromear con sus compañeros. Ojo al "bromazo" que le gasta a la seria y formal Princesa Poder con eróticos resultados.
Hiperión, el jefe del Escuadrón Supremo, le encarga al Doctor Espectro la misión de descubrir el paradero de Nuke, que lleva desaparecido un mes y hasta ese momento no tuvieron tiempo de buscarle. A regañadientes, acepta una misión que acabará en tragedia. Se encuentra con su compañero furioso y enloquecido por la pesada carga de que sus padres fallecieran por la radiación residual que emitía involuntariamente al pasar demasiado tiempo con ellos. La batalla entre ambos será inevitable y bastante "cruda" para el Doctor Espectro, pues su adversario le supera en poder. Gruenwald jugará muy bien sus cartas, logrando momentos muy emotivos, como los diálogos entre el Doctor Espectro y el hermano pequeño de Nuke, o la compasión de la Princesa Poder ante un compañero desolado por el error fatal que comete y que lleva a la muerte de uno de los miembros del grupo.
Por otra parte, el Proyecto Utopía entra en una fase muy polémica y crítica. Hasta ahora el Escuadrón Supremo había logrado restablecer los servicios básicos para la población sin apenas oposición a sus actividades, pero, en el tercer mes desde que este grupo de metahumanos asumió el gobierno estadounidense, empiezan a adoptar medidas con las que gran parte de la población se mostrará disconforme. Hiperión y sus amigos piensan que si se eliminan las armas del mercado y se desarma a la población, se reducirán las muertes relacionadas con ellas. Por ello, deciden clausurar las fábricas de armas e iniciar la retirada pacífica de las mismas entre los ciudadanos. En verdad, el derecho a poseer armas se encuentra muy arraigado entre muchos americanos y, ante esta medida de desarme, muchos convertirán en suya la frase del genial actor y controvertido ex-presidente de la Asociación Nacional del Rifle en EE.UU. Charlton Heston (1923 - 2008): "Me arrancarán el arma de mis manos frías y muertas". Las revueltas armadas contra el Escuadrón Supremo no se harán de esperar.
viernes, febrero 25, 2011
martes, febrero 15, 2011
Squadron Supreme número 2
Squadron Supreme núm. 2 de 12
Guion: Mark Gruenwald
Lápiz: Bob Hall
Tinta: John Beatty
Color: Christie Scheele
Valoración: 10 sobre 10
Año 1ª publicación: 1985
Edición española: Escuadrón Supremo número 2 (Cómics Forum); Escuadrón Supremo Nº 01 (Marvel Gold - Panini Cómics)
Título: Un pequeño sacrificio
Título original: A small sacrifice
Citas destacadas: -"Aún vivo en casa. No tengo muchos amigos. Estoy muy ocupado con mi trabajo y con el Escuadrón...Y paso mucho tiempo con mis padres. Ellos no saben que soy Nuke. Y ahora...ahora creo que van a morir por mi culpa" (Nuke)
-"Quiero tu cura contra el cáncer. Estoy dispuesto a dar cualquier cosa...¡incluso mi vida!" (Tom Thumb)
Reseña: En muchas sinopsis y reseñas aparece el inicio de frase "Antes que Authority, antes que Kingdom Come, antes que Watchmen..." para resaltar que esta maxiserie fue pionera en la temática de los superhéroes interviniendo en los auténticos problemas de la humanidad. Ciertamente, continuando con la comparación, se anticipó casi 14 años a The Authority, casi 11 años a Kingdom Come y un año a Watchmen, aunque, en mi opinión, la presente historia supone un planteamiento más radical y revolucionario que las otras. Mientras que en The Authority un grupo de metahumanos se alzaba como una autoridad moral para todo el mundo; en Kingdom Come, Superman y compañía intentaban imponer orden ante unos metahumanos descontrolados y asesinos que asolaban el mundo; y en Watchmen los superhéroes cambiaban el curso de la historia casi siempre en concordancia con los intereses gubernamentales, en Escuadrón Supremo estos metahumanos asumen el gobierno de un país referente para el resto y se comprometen a utilizar todos sus recursos para alcanzar en la mayor brevedad la sociedad utópica a la que la humanidad aspira.
Los principales obstáculos para la consecución de este admirable objetivo se encuentran en que, tal como se desprende de la excelente caracterización que realiza Gruenwald de sus personajes, el Escuadrón Supremo se compone de gente como tú o como yo, cuyos intereses, pasiones y problemas acaban aflorando y afectando a todas las facetas de sus existencias. Aún más, son individuos tan presuntuosos y confiados de creer que en un periodo de tiempo tan escaso conseguirán lo que la humanidad no ha logrado en milenios.
En este sentido, de la lectura de cada episodio se observa que el guionista divide la historia en dos líneas: una sobre la evolución del Proyecto Utopía y otra en la que se profundiza en las vidas personales de los integrantes del grupo metahumano. Así, en este segundo episodio, que equivale al segundo mes desde que el Escuadrón Supremo asumió el mando del gobierno norteamericano, vemos que, salvo por algunas revueltas de rebeldes desconfiados y las amenazas del Centurión Escarlata, el peor enemigo del Escuadrón, el Proyecto Utopía va viento en popa y a toda vela. Han logrado en poco tiempo restablecer el sistema bancario y los servicios básicos, como el transporte, la energía y la industria alimentaria.
Por otro lado, Gruenwald hace que nos fijemos en las vidas de dos personajes: Nuke y Tom Thumb. El primero sufre una inestabilidad creciente tras descubrir que las radiaciones involuntarias que emite constituyen la causa de la enfermedad terminal de sus padres. La culpa le está alterando más de lo que puede percibir, adoptando un comportamiento hostil hacia otra gente, e incluso hacia sus compañeros. Desesperado, acude como última esperanza a Tom Thumb, quien cansado de que sus compañeros lo ignoren, se ha retirado en su laboratorio donde piensa que puede ser más útil. Este genio científico acepta la petición de aquél de intentar encontrar una cura para el cáncer, no sólo porque forma parte de los propósitos del Proyecto Utopía, también para no fallarle a una de las pocas personas que se ha acercado a él y le ha dirigido la palabra y su confianza. La búsqueda imposible de Tom le impulsará incluso a realizar un viaje en el tiempo, hacia el futuro, donde se encontrará con el Centurión Escarlata, en una era dominada por este perverso conquistador, con el que tendrá que descubrir hasta dónde se encuentra dispuesto a llegar para lograr la posible panacea para todos los males.
Guion: Mark Gruenwald
Lápiz: Bob Hall
Tinta: John Beatty
Color: Christie Scheele
Valoración: 10 sobre 10
Año 1ª publicación: 1985
Edición española: Escuadrón Supremo número 2 (Cómics Forum); Escuadrón Supremo Nº 01 (Marvel Gold - Panini Cómics)
Título: Un pequeño sacrificio
Título original: A small sacrifice
Citas destacadas: -"Aún vivo en casa. No tengo muchos amigos. Estoy muy ocupado con mi trabajo y con el Escuadrón...Y paso mucho tiempo con mis padres. Ellos no saben que soy Nuke. Y ahora...ahora creo que van a morir por mi culpa" (Nuke)
-"Quiero tu cura contra el cáncer. Estoy dispuesto a dar cualquier cosa...¡incluso mi vida!" (Tom Thumb)
Reseña: En muchas sinopsis y reseñas aparece el inicio de frase "Antes que Authority, antes que Kingdom Come, antes que Watchmen..." para resaltar que esta maxiserie fue pionera en la temática de los superhéroes interviniendo en los auténticos problemas de la humanidad. Ciertamente, continuando con la comparación, se anticipó casi 14 años a The Authority, casi 11 años a Kingdom Come y un año a Watchmen, aunque, en mi opinión, la presente historia supone un planteamiento más radical y revolucionario que las otras. Mientras que en The Authority un grupo de metahumanos se alzaba como una autoridad moral para todo el mundo; en Kingdom Come, Superman y compañía intentaban imponer orden ante unos metahumanos descontrolados y asesinos que asolaban el mundo; y en Watchmen los superhéroes cambiaban el curso de la historia casi siempre en concordancia con los intereses gubernamentales, en Escuadrón Supremo estos metahumanos asumen el gobierno de un país referente para el resto y se comprometen a utilizar todos sus recursos para alcanzar en la mayor brevedad la sociedad utópica a la que la humanidad aspira.
Los principales obstáculos para la consecución de este admirable objetivo se encuentran en que, tal como se desprende de la excelente caracterización que realiza Gruenwald de sus personajes, el Escuadrón Supremo se compone de gente como tú o como yo, cuyos intereses, pasiones y problemas acaban aflorando y afectando a todas las facetas de sus existencias. Aún más, son individuos tan presuntuosos y confiados de creer que en un periodo de tiempo tan escaso conseguirán lo que la humanidad no ha logrado en milenios.
En este sentido, de la lectura de cada episodio se observa que el guionista divide la historia en dos líneas: una sobre la evolución del Proyecto Utopía y otra en la que se profundiza en las vidas personales de los integrantes del grupo metahumano. Así, en este segundo episodio, que equivale al segundo mes desde que el Escuadrón Supremo asumió el mando del gobierno norteamericano, vemos que, salvo por algunas revueltas de rebeldes desconfiados y las amenazas del Centurión Escarlata, el peor enemigo del Escuadrón, el Proyecto Utopía va viento en popa y a toda vela. Han logrado en poco tiempo restablecer el sistema bancario y los servicios básicos, como el transporte, la energía y la industria alimentaria.
Por otro lado, Gruenwald hace que nos fijemos en las vidas de dos personajes: Nuke y Tom Thumb. El primero sufre una inestabilidad creciente tras descubrir que las radiaciones involuntarias que emite constituyen la causa de la enfermedad terminal de sus padres. La culpa le está alterando más de lo que puede percibir, adoptando un comportamiento hostil hacia otra gente, e incluso hacia sus compañeros. Desesperado, acude como última esperanza a Tom Thumb, quien cansado de que sus compañeros lo ignoren, se ha retirado en su laboratorio donde piensa que puede ser más útil. Este genio científico acepta la petición de aquél de intentar encontrar una cura para el cáncer, no sólo porque forma parte de los propósitos del Proyecto Utopía, también para no fallarle a una de las pocas personas que se ha acercado a él y le ha dirigido la palabra y su confianza. La búsqueda imposible de Tom le impulsará incluso a realizar un viaje en el tiempo, hacia el futuro, donde se encontrará con el Centurión Escarlata, en una era dominada por este perverso conquistador, con el que tendrá que descubrir hasta dónde se encuentra dispuesto a llegar para lograr la posible panacea para todos los males.
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