domingo, junio 22, 2008

Luna inconstante

The Incredible Hulk número 331

Título: Luna Inconstante

Título original: Inconstant moon

Guion: Peter David

Lápiz: Todd McFarlane

Tinta: Kim Demulder

Color: Petra Scotese

Valoración: 6 sobre 10

Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 6 , Planeta De Agostini

Citas destacadas: -"Yo empecé esto y yo le pondré fin. Hay que traer de nuevo a Rick y salvarlo. Juro que no permitiré que nadie más destroce su vida por mi culpa." (Banner)

-"Has luchado bien, Banner, pero al final yo he vencido. Hulk siempre vence."

Crítica: Curiosamente, durante el periplo de Peter David en las series de Spiderman, sustituyó a Al Milgrom como guionista regular y ahora ocurre lo mismo en esta misma serie, ya que a partir de este número, el escritor de Maryland se incorpora como guionista indefinido.

Como se desprende de sus columnas en la revista Comics Buyer´s Guide, Peter David no tenía demasiada esperanza en su permanencia en esta serie desahuciada, pero no por ello iba a rendirse y escribir cualquier cosa. La ventaja que se presentaba consistía en que como a nadie de Marvel le interesaba The Incredible Hulk, se le concedió una libertad creativa casi total dentro de la misma colección. Además, en su tendencia a escribir sus historias dedicadas a alguien, la presente se concebía hacia su esposa Myra, como en sus propias palabras destaca: "era la serie que quería que ella viese, leyese y criticase".

Decidió que hasta que pudiera reconducir la serie en un rumbo planificado, continuaría las líneas argumentales de su predecesor (Al Milgrom) y procuraría adaptarse a las especialidades del dibujante que le impusieron. La idea que más le interesaba a Peter David con respecto al anterior guionista y de la que se encargaría de aprovechar todo su potencial era el retorno del Hulk gris, aquél que aparecía en los primeros episodios de Stan Lee y Jack Kirby, que no era un descerebrado salvaje, sino inteligente, egoísta, cínico, retorcido y perverso. De ningún modo volvería a la "Masa idiota y monosilábica, del Hulk destruye" (de nuevo en sus propias palabras) que tanto limita las historias. Por otra parte, parece evidente que nunca se llevó bien con Todd McFarlane, futura estrella del dibujo en los 90, a quien, en sus comienzos, habían colocado en The Incredible Hulk para que puliera su estilo tendente a lo espectacular y lo retorcido en detrimento de la narratividad. Aún así, lo aceptó como dibujante regular y le preguntó por lo que le gustaría dibujar para incluirlo en las historias, a lo que contestó, como indica David, lo siguiente: "Máquinas, montones de máquinas. Y Lobezno. Me encantaría dibujar a Lobezno."

Rick Jones fue el joven rebelde y chulesco por el que el Dr. Banner, el inventor de la Bomba Gamma, sufrió una exposición a la radiación de la explosión de la Bomba Gamma durante un experimento de la misma con el fin de salvar al chico de una muerte segura. Esta radiación provocó las transformaciones del pacífico y genial Banner en el emocional y grotesco Hulk por las noches o en cuanto la adrenalina se disparase en su organismo. Rick se sintió culpable al respecto por su irresponsabilidad al acceder a unas instalaciones militares de acceso restringido para impresionar a sus amigos, así que siempre procuró ayudar y buscar una cura para el atormentado Banner.

Ahora se han vuelto las tornas, ya que Banner ha logrado librarse de la maldición de Hulk al tenerlo bajo control, pero Rick Jones, por culpa de un accidente en la Base Gamma, sufre las mismas metamorfosis inevitables en el salvaje goliat verde. El brillante científico liberado de su carga dirigirá una fuerza militar llamada los Hulkbusters, que utilizarán todos los medios tecnológicos a su alcance para conseguir su propósito que, dentro de este grupo, se inclina entre capturar a Hulk los unos o exterminarlo, su líder. Sin embargo, Banner habrá de debatirse entre salvar a su amigo de una maldición que conoce muy bien o dedicarse a resolver la crisis matrimonial con Betty Ross quien le reprocha su obsesión al respecto.

El desastre en que termina el enfrentamiento entre los Hulkbusters y el nuevo Hulk provocará que Banner adopte una dramática decisión que le marcará de por vida. Además, en este número se produce el retorno de uno de los archienemigos del protagonista, adaptado a los nuevos tiempos y dispuesto a interactuar con su adversario de una manera original e interesada para lograr sus objetivos.

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