Guion: Mark Millar
Dibujo: Steve McNiven
Tinta: Dexter Vines, John Dell, Tim Townsend
Color: Morry Hollowell
Panini Cómics
Contiene Civil War 1-7 USA
Citas: -"El plan es que dediques cinco minutos más al maquillaje, Namorita. ¿Crees que la gente quiere ver ese pedazo de grano azul que tienes en el mentón?" (Speedball)
-"Este es el fin de nuestra forma de trabajar. Se huele en el aire." (Daredevil)
-"Oh, Dios. Por favor, que estemos haciendo lo correcto..." (Tony Stark)
-"Me llamo Peter Parker. Y soy Spiderman desde que tenía 15 años. ¿Alguna pregunta?" (Spiderman)
-"Tienen razón. Ya no luchamos por la gente, Halcón...Míranos. Luchamos sin más." (Capitán América)
-"Al trabajar con el Gobierno, nuestra misión excede simplemente la ley y el orden, y ahora abordamos todo, desde la ecología hasta la pobreza mundial..." (Mr. Fantástico)
Valoración: 8 sobre 10
Comentario: Esta clase de eventos rodeados de un aura épica, caracterizados por una gran afluencia de personajes de la compañía, que afecta a un montón de series en un macrocrossover y que se anuncian a bombo y platillo como un acontecimiento que lo cambiará todo, se realizan con frecuencia porque resultan realmente rentables a la compañía de cómics. Obviedades aparte, suelen ser bastante entretenidos y la presencia de Mark Millar asegura que no sólo sea un mero producto de entretenimiento, pues este guionista consigue que apetezca leer sus cómics más de una vez e induce al lector a cierta reflexión al incluir referencias a importantes acontecimientos del mundo real. En efecto, el escocés logra un guion sólido, demuestra que es un lector de toda la vida que conoce bien a los personajes, acopla bien sus dosis de humor ácido y diálogos afilados, además de recurrir a giros inesperados que amenizan la lectura de esta miniserie de 7 números, lo mejor del evento Civil War. Y el dibujante se encuentra a la altura de las circunstancias. No obstante, creer de verdad, como anuncian, que algo cambiará resulta tan prometedor como confiar en las promesas de un político en campaña. Millar admite que no es su obra más "autónoma", que hubieron varias modificaciones sucesivas del borrador original, pero su impronta prevalece.
La crisis que desencadena que amigos de toda la vida, que han vivido tragedias y alegrías juntos, se líen a guantazos se encuentra en una ola de desconfianza que amenaza con convertirlos en proscritos de la justicia tras una misión superheroica que sale mal y acaban muriendo centenares de personas. Se trata de los Nuevos Guerreros, demasiado preocupados por la audiencia y arrogantes para conocer sus limitaciones, deciden enfrentarse a un grupo de supervillanos entre los que se encuentra Nitro, quien acaba explosionando delante de un colegio en una de las ciudades más famosas en EE. UU. para vivir. Como prohibir la actividad superheroica ante tanto supervillano resultaría evidentemente contraproducente, se toma la decisión menos negativa dictaminando que los superhéroes han de identificarse y actuar bajo la tutela del gobierno, en concreto, de la agencia gubernamental de SHIELD. Esta propuesta será apoyada por Tony Stark, alias Iron Man. En el otro bando opuesto, se encontrará el Capitán América, liderando a los llamados Vengadores Secretos, es decir, a todos aquellos superhéroes que quieren seguir siendo como hasta ahora, libres de mantener identidades secretas y sin rendir cuentas ante nadie para salvar el mundo y luchar contra el mal.
Cuando se declara el Acta de Registro de los Superhéroes y los Vengadores Secretos del Capitán América continúan en sus trece de no doblegarse ante el gobierno, el conflicto se recrudece y se adoptan decisiones controvertidas y radicales. Bajo esta premisa, a Millar se le ocurren ideas bastante chulas, como la brutal pelea entre el Capitán América e Iron Man, en plan poner en un ring a Woody Allen y Mike Tyson; la combinación de los intelectos de Mr. Fantástico y Hank Pym jugando a ser dioses creando a su propia criatura que les ayude en su causa en forma de un cyborg-clon de Thor verdaderamente terrorífico a la altura del tirano de tiempos de Jurgens; la creación de una cárcel en la Zona Negativa; Spiderman revelando ante las cámaras su identidad secreta (acontecimiento que incluso saltó a la prensa internacional) o el polémico recurso de Iron Man a supervillanos para que les apoyen a cambio de reducirles la pena.
Los paralelismos con el mundo real que podemos encontrar en la presente historia se destacan en la división de la sociedad en estado de shock por una catástrofe/atentado que provoca que haya personas que ven admisible renunciar a parte de sus derechos y libertades en favor de la seguridad como ocurrió tras el atentado del 11S y los que no toleran la intromisión gubernamental en sus vidas personales. En esos dos bandos se podría decir que se parte la comunidad superheroica. El Acta del Registro de Superhéroes posee su reflejo en el mundo real en la llamada Ley Patriota denunciada por vulnerar los derechos y libertades de los ciudadanos. También la prisión en la Zona Negativa porque ha de ser fuera de territorio norteamericano por parte del bando de SHIELD, nos recuerda a la cárcel de Guantánamo, al sudeste de Cuba, donde se violaron los derechos de los reclusos en nombre de la seguridad. Y el permiso a supervillanos para intervenir en misiones bélicas nos lleva al recurso del gobierno norteamericano en ciertas guerras a mercenarios despiadados en territorio enemigo, que ni en los mejores sueños capitalistas se hubiera concebido la privatización de las fuerzas armadas.
Durante toda la miniserie, Millar interpela al lector para que escoja un bando, pues cada uno presenta sus dilemas éticos, decisiones controvertidas y argumentos racionales, pero finalmente el guionista nos dará una lección magistral de cuál es el bando correcto en una confrontación de ideas que implique tanta muerte y destrucción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario