Guion: Jeff Jensen
Dibujo: Jonathan Case
Norma Editorial
PVP: 22,00€
Valoración: 8 sobre 10
Citas: "No es un monstruo. No puede ser él. No puede ser..." (Judith)
-"Tenía que matar...Simplemente tenía que matar" (Ridgway)
Reseña: En una semana sin muchas novedades, me fijé en este tomo y me convenció llevármelo a casa una crítica positiva de Ed Brubaker, al que tengo como un autor ducho en el género negro y su obra "Sleeper" una de las mejores al respecto; además, que esta novela gráfica hubiera ganado el Premio Eisner en 2012 a la mejor obra basada en hechos reales, le hizo ganar puntos también. Una vez leído, avisar a los lectores que vayan a creer que encontrarán aquí un thriller lleno de acción y gore, a lo "Seven" o "Sin City", que se trata de una lectura más sosegada, con las imágenes macabras justas, sin recrearse en la crueldad ni lo sangriento, lenta pero sin pausa. No obstante, a un ritmo adecuado, el guionista nos engancha por completo desde el inicio con el atroz e impactante crimen del asesino en serie empezando con un niño, con el que nos atrapa en la red y a partir de ahí despierta y mantiene la curiosidad sobre cómo se desenvuelve el mal que representa el asesino en serie y qué ocurre cuando un hombre honrado y padre de familia tiene que mirar cada día al abismo de lo peor de la humanidad.
Basada en hechos reales, salvo pequeños detalles adaptados, la historia se centra en la confluencia de esos dos mundos: Gary Leon Ridgway, el llamado "asesino de Green River", que sufre de un irrefrenable impulso homicida que le llevó a matar a más de 48 prostitutas y adolescentes y que al final de su carrera homicida se refiere a sí mismo como el "viejo Ridgway", y el detective Tom Jensen, que pasó casi dos décadas persiguiendo a este psicópata homicida y que intentaba desahogar su rabia con remodelaciones y bricolaje domésticos. Una vez atrapado el asesino, éste ofrece un acuerdo: si se conmuta la pena capital por cadena perpetua, colaborará en la localización de los cuerpos que asesinó. Esto provoca que se instale durante varios meses en las oficinas de los detectives que le persiguieron para ir localizando los cuerpos, cosa que se dificulta por la mala memoria del asesino y que en muchos lugares han construido encima.
Además, esta historia posee fuertes connotaciones emocionales para el escritor, pues el detective al que hace referencia en realidad es su padre, al que le dedica la obra "a mi padre, con amor, admiración y profunda gratitud". El motivo de que se recreara en novela gráfica se encuentra en que el guionista es un poco friki, admira el noveno arte y reconoce que "esto es el resultado de enseñarme a leer con los cómics de Batman". Se trata de una lectura muy recomendable, un viaje hacia lo peor de nosotros mismos, a la perturbada mente de un depredador despiadado y de un hombre empeñado en hacerle pagar sus crímenes con persistencia.
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