Guión: Mark Millar
Dibujo: John Romita Jr.
Tinta: Tom Palmer
Color: Dean White, Michael Kelleher
Panini Cómics
Contiene Hit-Girl 1-5 USA
Precio: € 15
Valoración: 6 sobre 10
Citas: -"¿Una bufanda y una parca? ¿Estás de coña?" (Hit-Girl)
-"Tienes que enseñarme a ser normal" (Hit-Girl)
Reseña: Dentro de unas semanas será el estreno en cines de "Kick-Ass 2", así que...¿por qué no aprovechar el tirón para poner en el mercado otra historia de la franquicia? Dicho y hecho, los autores primigenios de la misma se pusieron manos a la obra con este resultado de una historia que se podría ubicar entre el primer y el segundo Kick-Ass, centrado en un personaje que se puede definir como un Punisher en versión niña de 12 años, imparable e implacable. Esto supone más acción, más ultraviolencia, más citas frikis y más humor ácido. Lo que empezó con ciertos tintes realistas sobre lo que ocurriría si alguien hiciese lo que lee en los cómics, se convierte en un desparrame total que pierde toda verosimilitud al protagonizar las matanzas una niña entrenada en las artes de la guerra.
Millar consigue que sea hilarante hasta los insultos que se dedican los personajes entre sí. Memorable cuando uno de los "malos" descubre que su entrenamiento a lo "Batman begins" en realidad es una estafa para sacarle todo el dinero que puedan. O cuando ese vagabundo le exige a Kick-Ass que le entregue todo el dinero que lleva porque es un superhéroe y supone un acto "precioso". Lo que no resulta gracioso es que una niña protagonice una historia de adultos. Nunca me ha parecido acertado ni responsable lo de Bucky o Robin con Capitán América y Batman respectivamente, lo de usar niños en cruzadas anticrimen. Aunque se trate de una historia de ficción, pesa en la lectura de la misma.
Mindy (Hit-girl) intenta compaginar sus dos facetas: por un lado, su complicada convivencia con su padrastro policía amenazado por la mafia y su madre que no se entera de nada, además de su vida de estudiante en el instituto donde un grupo de chicas le acosa constantemente; por otro lado, sus ejecuciones nocturnas de los criminales. Acoge a Kick-Ass para entrenarlo y como compañero en sus cuitas nocturnas, a cambio de que le enseñe a integrarse mejor con sus compañeras de clase. A un friki inadaptado le pide eso, con resultados desalentadores. De todas formas, Kick-Ass se lesiona pronto y la acción recae en su totalidad sobre Hit-Girl que se entregará de lleno en una sangrienta y despiadada vendetta contra una organización mafiosa cuyo jefe dirige sus negocios desde la cárcel.
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