Guión: Peter Milligan
Dibujo: Michael Allred, Darwyn Cooke, Duncan Fegredo
Color: Laura Allred
Panini Cómics
Precio: 16,5 euros
Contiene X-Force 116-129 USA
Valoración: 10 sobre 10
Citas: -"Yo no quiero caer bien. Ser adorada en la distancia, envidiada, pero no caer bien" (Edie)
-"Pero la motivación de la vida es intentar darle sentido...dar algo de sentido a lo que parece ser un universo arbitrario" (El Huérfano)
-"Qué miedo" (Lobezno)
Reseña: En este tomo se recopilan los números de la serie regular de Fuerza-X en que Peter Milligan asume los guiones y, en su mayor parte, el equipo artístico Alrred se encarga del dibujo, hasta que se escinde en una nueva serie titulada X-Statics. Después de que el polémico Rob Liefeld hundiera la reputación de Fuerza-X y generará una repulsión por parte del lector de todo lo que llevara dicho título, en Marvel se decidió realizar un giro de 180º, una perspectiva innovadora e inédita. Y funcionó, una prueba más es que se trata ya de un clásico digno de reeditarse en tomos.
Peter Milligan crea un escuadrón de mutantes (y subrayo lo de que son sus creaciones ya que por ello se le concedió una sorprendente libertad creativa con ellos) con poderes variopintos que se comportan como estrellas caprichosas, cuyas peligrosas misiones se televisan y a los que parece preocuparles más la fama, el dinero y el sexo que la cumplir con la misión o la justicia de sus actos. El guionista confiesa sus intenciones: "En esta serie lo que nos encontramos es con una panda de tipos molones con super-poderes increíbles. Ninguno tenían grandes e ilimitados poderes, pero eran suficientemente poderosos para lo que quería hacer: ¿Qué pasaría en el mundo real? Se volverían muy obsesionados con el tema de la fama y ser todas unas celebridades. Y es que llegaba un momento en el que encendías la televisión y miraras donde miraras había programas y contenido de celebridades de nuevo cuño. Y esto ocurría, en ningún lado más que en ninguno, en los Estados Unidos hasta un punto demente. Así que intento hacer eso, retratar como serían los superhéroes si vivieran en este mundo. Tendrían sus propios agentes, se irían a vivir a Los Ángeles, tendrían problemas continuos de alcohol y intentarían tener sexo unos con otros. Y eso es, nada más y nada menos, lo que hacía este equipo. La serie era una exploración de todos esos conceptos. Si David Beckham fuera un superhéroe, intentaría unirse a este grupete. Incluso aunque no tiene superpoderes, él es el ejemplo perfecto del perfil de gente que estaría en este equipo". En cuanto al dibujo, con el mítico dúo Allred, con un estilo muy reconocible y colorido, que recuerda al del famoso artista Roy Lichtensteinse, y que convierte en una delicia visual cada página.
Ya en la primera historia se nos trastoca cuando hemos empezado a conocer a los personajes implicados para acabar muriendo casi todos de manera horrible. A continuación se introducen otros que van a ser más fijos: Mr. Sensible, también conocido como el Huérfano, líder del equipo y el único que consigue que sintamos cierta empatía hacia este grupo de egocéntricos por la honestidad del mismo, pues el tipo es tan sensible que cada noche juega a la ruleta rusa con un revólver y su cabeza para soportar la cruda y dura realidad; la alocada Edie, teletransportadora del equipo; Tike Alicar, criado en un entorno de blancos, con padres adoptivos blancos y obsesionado con lavarse las manos; Vivisector, un intelectual hombre lobo y Billy Bob, capaz de manipular sus grasas corporales, que buscan su lugar en el grupo y que acaban liándose sentimentalmente; el misterioso alienígena Doop, con su propio idioma (al final del tomo encontramos las claves para traducirlo), que actuará mayormente como el cámara del grupo; Chica Muerta, asustada con su imposibilidad de morir; el Entrenador, el que dirige el grupo, un psicópata con su propio equipo en las sombras para aplastar cualquier rebelión interna del grupo que está en primera línea; Spike Freeman, un chaval billonario al que Mr. Sensible describe como "eres un friki, un friki tan grande como el resto de nosotros". Más tarde conoceremos a otros nuevos miembros, que irán y vendrán, vivirán o morirán, pues la posibilidad de que terminen fiambres en las misiones persiste durante toda la serie.
Además, algunas historias presentan una conexión con el mundo real, como la del niño que el ejército estadounidense entregó al padre de una dictadura (lo cual ocurrió en realidad). Fuerza-X recibe la misión de recuperar al chaval, sólo porque las farmacéuticas lo consideran un filón por sus poderes mutantes para curar multitud de enfermedades. Que Mr. Sensible impida el sacrificio de este niño con el que se siente identificado le granjeará multitud de enemigos que se lo harán pagar caro en posteriores misiones.
Tenemos un episodio sin palabras, de esa costumbre tan absurda de Marvel que por fortuna ya se abandonó, pero que en este caso funciona bien gracias al buen arte de los artistas Allred que se desatan en una aventura de viaje interdimensional de Fuerza-X en cuanto Doop se revienta un grano. A continuación el equipo viajará al espacio en una misión concertada para que la CIA gane puntos ante la opinión pública: el grupo se dejará atrapar por unos presos a los que se sometió a experimentos científicos para evitar la pena de muerte y que ahora se han rebelado secuestrando una base espacial. Sin embargo, estos no están por la labor de tomar prisioneros y nada saldrá como lo convenido, sobre todo porque el jefe de la misión de la CIA se la tiene jurada al Huérfano por no entregar al niño del que su sangre se podrán obtener medicinas milagrosas.
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