Dibujo: Kev Walker, Declan Shalvey
Tinta: Terry Pallot
Color: Frank Martin, Chris Sotomayor, D´Auria y Martin
Panini Cómics
Contiene Thunderbolts 163-168 USA
Valoración: 6 sobre 10
Citas: "¡Somos el nuevo súper Escuadrón de América y venimos a ayudaros a someter al Reich! Yo soy Piedra Lunar y somos los ¡Thunderbolts Americanos!"
-"Ella podría cambiar a toda su sociedad si se la dejara aquí." (Piedra Lunar)
Reseña: En los años 80 del siglo XX se publicó bajo el sello de DC una serie titulada "Escuadrón Suicida" guionizada en su mayor parte por el genial John Ostrander, de la cual aquí rompo una lanza para que se reedite por completo en nuestro país (y he aprovechado para mandar una petición al respecto a ECCediciones). La protagonizaba un grupo de lo más variopinto de villanos que a cambio de reducir su condena, participaban en misiones secretas y muy peligrosas de las que muchas veces no salían con vida. Total, iban a escaparse de la cárcel fácilmente, así que por qué no aprovecharlo. Siempre he pensado que esta serie sirvió de inspiración para la creación de los Thunderbolts, que también constituyen una panda de villanos que actúan en equipo con finalidades beneficiosas o convenientes para la sociedad americana bajo la dirección de algún superhéroe (al menos tras la marcha del Barón Zemo en los primeros números). La idea de cómo congenian psicópatas y criminales que siempre han tirado para lo suyo en un equipo con un propósito común resulta muy atractiva. Si a esto le unimos los viajes en el tiempo, muy malo tendrá que ser el guionista para no lograr algo aceptable. Y Jeff Parker se defiende bien y caracteriza adecuadamente las peculiaridades de cada villano: la desinhibida sensualidad de Satana, la brutalidad de Mr. Hyde, la siempre habilidosa manipuladora Piedra Lunar.... Con un aire a la serie de tv "A través del tiempo", el guionista logra una historia bastante entretenida.
La curiosa asociación de los Thunderbolts con el elemental Hombre Cosa les causa más de un quebradero de cabeza, ya que lo último es que los ha teletransportado, con el propósito de los demás de evadirse del control de Cage, incluyendo la torre entera que utilizan como base, a través del espacio y el tiempo, hacia atrás en éste último, más en concreto a Austria, en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Coartados por el miedo a realizar cualquier cambio que les borrara de la existencia, este grupo de villanos decidirá echar un cable al Capitán América y a Namor en una misión de rescate de su compañero en los Invasores, la Antorcha Humana original, que ha sido capturada por el Barón Zemo, bajo las órdenes de Cráneo Rojo, con el fin de lograr réplicas de su tecnología y aventajar a los aliados en el conflicto mundial. Al final, el apoyo de los Thunderbolts a los Invasores contra los nazis, resultará decisivo.
Mientras tanto, cuando no están luchando contra otros villanos, la parte de los Thundebolts que se ha quedado en la actualidad, intentará localizar a sus compañeros en la línea temporal sin éxito.
Otro salto en el tiempo y el espacio, ubica la torre de los Thunderbolts en medio del río Támesis, en Inglaterra, en el año 1888. Su llegada desatará una maldición de unas brujas que impulsará a Mr. Hyde y Satana a recorrer las neblinosas calles londinenses asesinando a damas solitarias, con lo cual el guionista juega, evidentemente, con la leyenda de Jack el Destripador. La magia de la diablesa impedirá que sus compañeros puedan localizarlos, por lo que habrán de se asociarse con agentes de la policía de Scotland Yard para detener esta masacre callejera en la capital inglesa.
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