Dibujo: Roberto de la Torre, Carlo Barberi y Damion Scott
Tinta: Walden Wong, Rob Campanella
Color: Matt Holingsworth, Antonio Fabela, Andres Mossa
Panini Cómics
precio: € 5.95
Contiene Peter Parker: Spider-Man 156.1, Sensational Spiderman 33.1-2 y Web Of Spider-Man 129.1-2 USA
Valoración: 2 sobre 10
Citas: -"Un accidente en una exposición de ciencias me dio poderes, pero en ese viejo almacén aprendí de verdad lo que significa ser Spiderman" (Peter Parker)
-"Se trata del sueño americano de la vida, de la libertad y la búsqueda de la felicidad...y de personas demasiado desesperadas para darse cuenta de que algunos sueños nunca fueron para ellas" (Carlie Cooper)
Reseña: En la introducción de este cómic se comenta: "El mes que viene, volveremos con las historias actuales escritas por Dan Slott", lo cual me ha sonado como "paciencia, chavales, que el guionista bueno vuelve el mes que viene". Efectivamente, llevamos varios meses aguantando historias de relleno, poco acertadas, muy flojas de argumento y decepcionantes, y por fin, el mes que viene, volverá el guionista regular con el que sí resulta divertido leer a Spiderman. En cambio, el presente tomo recopila tres historias de tres autores distintos para conmemorar los cincuenta años del personaje, de las que ni siquiera el veterano Roger Stern puede lograr algo "digerible" para el lector.
La primera historia "Lugares del pasado", de Roger Stern, gira en torno al edificio del almacén donde Spiderman se enfrentó al asesino de su tío Ben y donde cambió su perspectiva vital para siempre: de un chaval ensimismado a un adulto con el lema eterno de "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Aparte de todo el rollo nostálgico que se le imprime a la historia que no se sustenta, porque se trata de un edificio al fin y al cabo, la amenaza a la que se enfrenta el trepamuros podría haber sido tratada por la policía, pues consiste en una banda vinculada a la multinacional Roxxon que intenta cavar un túnel hacia un laboratorio cercano para robarles y, para ello, contratan a unos inmigrantes hispanos para que realicen el túnel. Todo resulta tan chapucero, que Spiderman ha de intervenir para salvarles de un derrumbe inminente. Así de aburrida se plantea la historia.
En la siguiente historia, "Monsters!", de dos episodios y a cargo de Tom Defalco, Spiderman aparece como un mero secundario, en la que se centra en una policía neoyorkina llamada Carlie Cooper que investiga un caso de tráfico de personas en la ciudad. Sin embargo, durante sus pesquisas, se topará con la corrupción del sistema que le impide avanzar y ni siquiera con el apoyo del Hombre Araña logrará hacer pagar a los culpables. El abrupto y decepcionante final de la historia con la decisiva intervención del lunático y caníbal nuevo Buitre que planea durante toda la historia parece que haya sido la forma más fácil y cómoda para el guionista que no sabía cómo concluirla y ha optado por esta.
Y la última historia, "Brooklyn Avengers", también de dos episodios dirigidos por Stuart Moore, es la más disparatada y caricaturesca de las tres, a la que añade más confusión que en una primera edición se desordenaran accidentalmente las páginas y que Panini tuvo que retirar del mercado y sacar de nuevo para corregir el error. Se trata de un ridículo grupo de supuestos héroes de los que Spiderman formó parte, mayormente porque había una chica que le gustaba, y que vuelve a unirse a ellos en busca del asesino que los está eliminando uno por uno. Para ello, repasarán su lamentable historial de batallas e investigarán qué ha sido de sus rivales a los que Spiderman podría derrotar con un solo dedo.
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