Los Muertos Vivientes nº 18

Guión:  Robert Kirkman 

Dibujo: Charley Adlard

Grises: Cliff Rathburn

Planeta

Incluye The Walking Dead números 103-108

Valoración: 8 sobre 10

Citas: -"¡Te estoy tocando las pelotas! ¡Un bate de béisbol no tiene chochete" (Negan)

-"Voy a dejarte esto todo lo claro que pueda. Ya no estoy al mando. Ahora manda Negan" (Rick)


Reseña: Robert Kirkman reconocía en una entrevista que lo que da más miedo en su serie es el resto de seres humanos: "Es verdad que los zombis son amenazadores pero los humanos saben manejarlos, es decir, pueden vivir teniéndolos cerca. Sin embargo, aquí los supervivientes tienen que relacionarse entre ellos y hay gente de todo tipo: algunos violentos, otros que no lo soportan psicológicamente... Por tanto es cierto que la amenaza real son otros humanos y no tanto los zombis". Los muertos andantes no saben saltar muros ni planean ataques y sólo hay que evitar que nos rodeen o nos sorprendan; mientras que los humanos, bajo la presión de la supervivencia o la extinción, se comportan de la manera más retorcida  y cruel posible. Otros sacrifican su dignidad y libertad en pro de la seguridad. Y actitudes antes repudiadas en sociedad ahora se convierten en fortuna de supervivencia y dotes de liderazgo. En resumen, la obra de Kirkman constituye todo un tratado de psicología en novela gráfica del comportamiento humano en sociedad.

Como vimos en el capítulo anterior, Rick ha encontrado un lugar en que podría prosperar junto a su hijo: altos muros y rejas que les protegen de los zombies y una comunidad que le ha nombrado líder; y otras comunidades cercanas con las que establecer relaciones de provecho. Sólo un problema: una banda de matones liderada por un psicópata llamado Negan les obliga, bajo amenaza de muerte, a darles una parte importante de sus recursos de manera regular. Rick decide ceder por el momento a causa de su superioridad numérica y su agresividad hasta, al menos, que descubran sus debilidades como grupo. A algunos compañeros, que han vivido toda clase de atrocidades y que no olvidarán el asesinato de uno de los suyos por la banda de Negan, no les parece bien la pasiva actitud de su líder. Uno de estos es el propio hijo de Rick que se cuela en uno de los camiones de la banda con una metralleta para plantarse en plan Tony Montana en la secuencia final de "El precio del poder" en cuanto llega a su destino. A partir de esto conoceremos cómo vive una comunidad bajo los designios de un psicópata con el fin de sobrevivir. Y Rick no cejará en recuperar a su hijo cueste lo que cueste.