Dibujo: Goran Parlov
Valoración: 6 sobre 10
Contiene MAX: Punisher 55-60 USA
-"Morir me importa una mierda, pero esos gilipollas tienen que ser castigados." (Punisher)
-"Al final, la guerra de Vietnam fue muy parecida a cualquier otra. Hubo quienes se beneficiaron. A los que devoró. Y también hubo algunos para los que no hay palabras." (El narrador)
Reseña: En este tomo se recopila la última historia de Garth Ennis (por el momento) para el justiciero más duro e implacable del Universo Marvel poniendo fin, por tanto, a la mejor etapa de todos los tiempos para Punisher. Quizá algunos me tachen de licenciado por esta afirmación tan contundente, pero existen razones de peso para creer que me encuentro en lo cierto. Una prueba es que cuando cualquier entendido en el tema nos recomienda las mejores historias antes de la llegada de Ennis y comprobar que nos preguntamos si esas son las mejores, cómo serán las peores. Demasiados guionistas mediocres en el currículum de este personaje. Luego, el guionista irlandés lleva detrás de sí una legión de fans que saben qué obtendrán de sus comics: humor muy negro y ácido, violencia extrema, predilección por las historias bélicas y reflejar cómo nos afecta la guerra a los individuos sacándonos lo mejor y lo peor de nosotros mismos...Vamos, que nació para guionizar a Punisher, para reflejar el bajomundo en que se mueve con villanos tan esperpénticos por fuera como retorcidos por dentro. Ennis ha trastocado el pasado, presente y futuro del personaje, ya no se se le contempla con los mismos ojos tras su paso por esta serie.
Para esta última historia, el autor de Predicador se preocupa de cerrar todos los argumentos pendientes, en concreto el de un grupo de altos mandos corruptos del ejército americano que, como se ha visto en tomos anteriores, se ha dedicado a conspirar para medrar en el escalafón militar y económico a costa de vidas inocentes. El Castigador considera que les ha llegado la hora de pagar y esa será su misión en la presente historia. Aquellos generales corruptos descubren que el conocido pistolero de la calavera posee pruebas incriminatorias contra ellos, así que, de nuevo, recurren a recursos pagados por el contribuyente para conseguir objetivos particulares: básicamente, envían un comando de marines a territorio neoyorkino, donde se suele encontrar al Castigador, para que recuperen dichas pruebas y neutralicen a su portador. Piensan que juegan con ventajas añadidas si así proceden: Frank Castle es un hombre muy mayor enfrentado a un número elevado de efectivos más jóvenes y saben que nunca liquidará a militares a los que juzgue como inocentes. Ese es su primer error: subestimar al curtido antihéroe. Toda su corrupción y codicia se topa con algo que les superará en demasía: la deuda de honor entre dos hombres que sentenciará su existencia.
Ennis cierra el broche con una historia bien narrada, que sólo al final todo se revela perfectamente orquestado y se da un giro argumental que intenta sorprender con más o menos éxito. Lo peor de este tomo se encuentra en esos textos intercalados que cuentan historias sobre Vietnam que no interesan para nada y ocupan muchas páginas.
Gracias, Ennis, por esta obra que engancha desde el primer número y apetece volver a leer de vez en cuando.
Gracias, Ennis, por esta obra que engancha desde el primer número y apetece volver a leer de vez en cuando.
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