Guion: John Layman, Scott Snyder
Dibujo: Andy Clarke, Greg Capullo, Henrik Jonsson, Jason Fabok
Tinta: Danny Miki, Sandu Florea
Color: Fco Plascencia, Jeremy Cox, Blond, Juancho
EDICIÓN ORIGINAL: Batman núm. 19 USA y Detective Comics núm. 19 USA
Precio: 4,5
ECC / DC Comics
Valoración: 3 sobre 10
Citas: -"Somos muertos andantes" (Batman)
-"Yo me ocuparé de todo, Penny One" (Batman)
Comentario: Después de hundir a la altura del betún la perspicacia del que se anuncia como mejor detective del mundo en "El Tribunal de los Búhos" y de enemistarlo con la Batfamilia en "La muerte de la familia", Scott Snyder se concede el gustazo de arruinar la reputación del magnate Bruce Wayne en Gotham. Se supone que esto se arreglará posteriormente, pero sigue pareciéndome que el guionista disfruta revolcando al protagonista en el fango no para que el héroe resurja de sus cenizas, sino para ridiculizarlo. Ojo también a la manera en que resuelve uno de los casos el propio Batman, donde su computadora realiza toda la labor de una manera asombrosa, casi como si el protagonista le pidiera que le mostrase en pantalla al culpable.
El famoso guionista recurre a la rica cantera de villanos del Hombre Murciélago para crear su nueva historia: el primero, el Segador, se lo despacha enseguida, pero el segundo, Clayface, le dará más problemas. Batman investiga el misterioso suicidio de un industrial próximo a su negocio y descubre que Clayface, un metamorfo que ha perfeccionado su transformación, se encuentra implicado. ¿Qué precauciones adopta Batman cuando se da cuenta de que un impostor está cerca? ¿Se encerrará en su Batcueva hasta que lo capture? ¿pondrá medidas de seguridad en sus instalaciones para que no le suplante? Nada de nada. Y pagará cara su imprudencia.
En la segunda parte y más larga, Layman refleja que la Batfamilia se encuentra dividida por culpa del Joker. No profundiza mucho porque se habrá dado cuenta de que esta división destila infantilismo por todos sus poros, cuando no cae en el sinsentido, pues se trata de que el Joker ha convencido a todos que al cruzado de la capa le importa más su eterna contienda con el villano de la sonrisa que sus amigos. Lo grave es que este desencuentro se produce en plena crisis en Gotham donde se ha liberado un virus que transforma a la población que lo inhala en monstruos con rasgos de murciélago. Esto sirve para recrear al ManBat, en concreto el científico inventor de la fórmula que produce estas metamorfosis, que sufre "de su propia medicina" para salvar al resto de la población; y también se plantea como pantalla de humo para que se cometan robos en la otra parte de la ciudad por orden de Emperador Pingüino, el nuevo jefe del hampa que ha destronado al conocido Pingüino.
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