domingo, diciembre 30, 2007

Un gran poder...

The Mighty Thor (Lord of Asgard) vol. 2 n. 51



Título: Un gran poder...

Título original: With great power

Guion: Dan Jurgens

Lápiz: Tom Raney

Tinta: Scott Hanna

Color: Avalon Studios, Dave Kemp

Valoración: 8 sobre 10

Edición española: Tomo recopilatorio "El poderoso Thor" número 2: Eternamente divididos. Forum.

Frases destacadas: - "Da igual lo que hagamos, New York está condenada. Si queremos salvar Pekín, debemos actuar ya...sin importar el coste" (delegado chino de la ONU)

-"Hace mucho, mucho tiempo, en una era olvidada por muchos, el hombre mortal buscaba en nosotros consejo y liderazgo. A medida que la humanidad avanzó, nos apartamos de ese deber, pensando que al hombre le iría mucho mejor si buscaba la luz por sí mismo. Por desgracia, fue un error." (Thor)

Reseña: Desde la aclamada etapa de Walter Simonson, no ha habido un mejor momento para coleccionar la serie de "The Mighty Thor" que a partir del presente número 51 donde se produce una confluencia de argumentos innovadores y sorprendentes con autores realizando bien su labor narrativa. Aunque el tema ya se había considerado en otros cómics de superhéroes (Miracleman, The Authority...), en esta serie resulta una novedad que Thor actúe de una manera lógica y racional usando todos los medios a su alcance para remediar todos los problemas auténticos de la humanidad, rompiendo el hipócrita statu quo y la premisa absurda y contradictoria que suelen argüir para no inmiscuirse de que los humanos han de aprender de sus propios errores, con todas las connotaciones filosóficas, morales y religiosas que esto conlleva.

Repasemos brevemente los principales eventos en los primeros 50 números, casi todos de Jurgens (excepto el 50) y con un Anual 2000, y los motivos de que se consideren prescindibles. Después de que Walter Simonson, el autor que encumbró la serie protagonizada por el dios del trueno a su máxima grandeza, rechazara retornar a la serie que le hizo famoso alegando que ya no tenía nada que aportar al personaje, los guiones recayeron en Dan Jurgens para que devolviera cierto orden y enfoque clásico a la serie que se había convertido en un despropósito durante los 90 como le había ocurrido a la mayoría de colecciones de Marvel. Este autor nació el 27 de junio de 1959 y se crio en Orstonville, Minnesota, donde disfrutó de su afición lectora de comics que despertaron en él desde joven el deseo de dedicarse a este oficio. Tras estudiar en el Minneapolis College of Art and Design y ejercer un tiempo en publicidad, empezó en el sector del cómic a partir de 1982 cuando Mike Grell le ofreció el puesto de dibujante de su serie Warlord a partir del número 63. De ahí pasó a otras series de DC (Batman, New Teen Titans, Sun Devils, Tales of the Legion of Superheroes, Green Arrow...), aprendiendo y mejorando paulatinamente en su labor como ilustrador y guionista. Pudo ejercer las dos funciones a la vez en una sola serie de Superman donde se narraba la impactante muerte de este famoso superhéroe. Después se incorporó a la Casa de las Ideas en la serie de Spiderman que había decaído demasiado tras la absurda etapa del clon. También haría una miniserie de Puño de Hierro hasta que llegó a esta serie con una reputación impecable.

Una de las críticas más frecuentes para Jurgens durante su etapa en Thor (al menos, en referencia a los capítulos anteriores al que se reseña ahora) consistía en su manía de reciclar ideas ya muy manidas de otros autores anteriores, en concreto de las etapas de Simonson y Roy Thomas. En un principio, todos los episodios se realizaban con una plantilla fija sobre los guiones en que Thor había de combatir algún enemigo aparecido anteriormente (el Hombre Absorbente, Surtur, etc.) u otros nuevos creados por el propio autor (Desak, el aniquilador de mundos; los lovecraftianos dioses oscuros...). De esta forma, los eventos más reseñables de esos primeros 50 números se pueden reducir a cuatro. Primero, crea una nueva identidad civil para Thor en forma del paramédico Jake Olson por obra de Odín, con un plan secreto al respecto por parte del Padre de Todos. El dios del trueno debe ocupar, de vez en cuando, el lugar de este humano fallecido accidentalmente durante su combate contra el Destructor. Más tarde, el propio Señor de Asgard los separó para que pudieran ocuparse mejor de sus asuntos personales considerándolo como una solución temporal a un problema, pero la muerte de Odín hizo la situación permanente.

Esto último constituye otro evento reseñable: el Señor de Asgard fallece durante el Ragnarok contra Surtur. El trono recaerá entonces sobre Thor quien, además, heredará todo el poder de su antecesor paternal. También se ha de destacar otro personaje nuevo, la adolescente llamada Thor girl a la que se le atribuye el excelso destino de guiar a la humanidad hacia un nivel más elevado. Aparte, se arrastra desde hace varios números una trama pendiente donde se manifiesta que el reinado de Thor terminará en tragedia por un creciente uso de métodos cada vez más expeditivos con sus súbditos.

En el episodio número 49 (ya que el 50 era un especial conmemorativo de dos nuevos talentos descubiertos en una convención), por consejo de Zeus, el Señor del Olimpo, y para facilitar sus obligaciones como nuevo Señor de Asgard y a la vez protector de los terrestres, Thor teletransporta toda la ciudad de Asgard a los cielos de New York. A partir del número 51, el guionista explorará todas las consecuencias de esta controvertida decisión y la serie se tornará más interesante e impredecible que nunca.

La segunda decisión de Thor como nuevo monarca consiste en convocar a su presencia a un representante de la ONU, al que su fiel servidor Thialfi rapta y lleva a palacio, para anunciar al mundo sus propósitos: conseguir que los dioses asgardianos sirvan de guía para los humanos y solucionar todos los problemas de los mismos (el calentamiento global, el hambre, las dictaduras, la sequía, la enfermedad...).

Uno de los superhéroes más famosos de la ciudad de los rascacielos, Spiderman, se las ingenia para acceder a la Ciudad Dorada en busca de respuestas que no le gustarán nada. Allá se encontrará el trepamuros cuando la humanidad vuelva a precipitarse, como suele hacerlo ante lo que ignora, esto es, de manera hostil: las autoridades de algún gobierno que no se especifica recurren a armas nucleares para intentar librarse de la posible amenaza que representan los asgardianos.