domingo, noviembre 18, 2007

LOKI

LOKI Limited Serie números 1 al 4


Guion: Robert Rodi


Lápiz, tinta y color: Esad Ribic


Edición española: Tomo recopilatorio "Loki", Panini.



Reseña: Según las sagas antiguas, Loki es el dios del engaño y de la maldad en la mitología nórdica. Aunque compañero del Padre de Todos Odín y su hijo el dios del trueno Thor, el retorcido hijo de los gigantes Farbauti y Laufey engendrará a los monstruos que destruirán a los dioses, y también provocará antes la muerte del dios de la nobleza y la luz Balder por su maldad. Por tanto, se le considera también un ser creador de otras criaturas mitológicas: la Serpiente de Midgard que matará a Thor; Fenrir el lobo gigante destinado a destruir a Odín en el Ragnarok; Hela la diosa de la muerte o Sleipnir, el caballo de ocho patas de Odín. No obstante, presenta cierta ambigüedad con la que juega esta serie limitada, ya que algunos escritos lo definen como "amigo de los hombres", otros como una criatura mitológica, y no un dios, que promoverá el apocalipsis escandinavo, pero aportando las formas para resistirlo (el martillo de Thor, la montura de Odín...). Como castigo por causar la muerte de Balder, los encolerizados dioses lo ataron a tres rocas con una serpiente que vertía veneno sobre su cara, a lo que su fiel esposa Sigyn procuraba aminorar su sufrimiento, de cuyas ataduras no podría soltarse hasta la batalla final contra los dioses, el llamado Ragnarok, momento en que se unirá a los gigantes para atacar a Asgard. Al enfrentarse a su peor enemigo, Heimdall, ambos se aniquilarían entre sí.

En el Universo Marvel, Loki se adoptó como personaje a partir del Journey into Mistery número 85 (1962) por parte de Stan Lee, Larry Lieber y Jack Kirby inspirándose directamente de la mitología escandinava y, en consecuencia, inculcándole una personalidad burlona y maliciosa como eterno antagonista de las deidades asgardianas. Desde entonces ha conspirado incansablemente contra los habitantes del Reino Eterno y ha contribuido directa o indirectamente en algunos de los mayores eventos de la Casa de las Ideas, como la creación de los Vengadores o de muchos villanos recurrentes en varias series, como el Hombre Absorbente.

El guionista Robert Rodi en lo que muchos críticos coinciden como su mejor obra, y el dibujante Esad Ribic con un arte realista, detallista, casi fotográfico, nos ofrecen su versión de Asgard en una realidad alternativa a la habitual del Universo Marvel en que Loki ha logrado su máxima aspiración: derrotar a los dioses asgardianos y convertirse en el nuevo soberano del Reino Eterno. De hecho, la acción de la historia transcurre durante las primeras horas de su reinado narrada desde su perspectiva personal.

Sin embargo, a pesar de encontrarse en la cumbre de su gloria, dos inquietudes atenazan al dios del engaño. La primera consiste en el agobio que le producen los tediosos y triviales asuntos palaciegos y las persistentes exigencias de las fuerzas oscuras con las que se alió para alcanzar la derrota de los dioses (Karnilla le reclama que le entregue a Balder como premio; y Hela, que no es su hija en esta realidad paralela, pide el alma inmortal de Thor con su ejecución inmediata). La segunda y mayor preocupación concierne a la creciente incertidumbre sobre su futuro que se oscurece a sus ojos por varios motivos. A través de una serie de flashbacks, el príncipe del engaño recuerda el desprecio continuo de sus congéneres adoptivos asgardianos por ser diferente, de aparente debilidad física y distinta procedencia (hijo de gigantes adoptado por Odín). Así, le reprocha al encadenado Odín que no le acogiera en su seno por compasión, sino para fomentar su corrupción y destacar así las virtudes de su hijo predilecto Thor.

Comprende entonces Loki que toda su vida ha sido sólo una farsa dirigida por otros, se ve a sí mismo como un títere del destino que le aboca inexorablemente hacia su papel de villano y hacia la tragedia final. A pesar de los augurios nefastos, Loki se rebela ante los crueles hados, se deshace de las cadenas que le atan al camino que le impusieron desde niño y decide desafiar al infortunio. Pero, ¿puede siquiera un dios cambiar su destino? ¿lo logrará a tiempo?

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