Reseña: Termina el arco en el país de Qa de inspiración en la civilización maya y con una ambientación árida.
El guionista comenta que trasladar a sus personajes del entorno frío y boscoso a otro todo lo contrario fue idea del dibujante del que cada viñeta se podría hacer un cuadro: "Los ciclos permiten ir un poco más lejos en el desarrollo de una historia, aunque a veces cuesta bastante ponerles fin. Al haber un cierto número de intrigas paralelas, resulta un poco aburrido y artificial terminarlas todas de una vez. A la conclusión suele faltarle algo de espíritu, de aliento. En el país de Qa, saqué a Thorgal de su mundo montañoso porque Rosinski me lo pidió. De repente, me vi en medio de un ciclo que no me gustaba demasiado. Y ahora leo críticas que dicen cosas como: ¡Vaya, cuánto se echa en falta la imaginación de aquellos cuatro álbumes!, lo que demuestra que la sensibilidad que uno tiene no es la misma que pueden tener los lectores que te leen a otra edad".
Tras la caída del antiguo régimen, nuevas intrigas ponen en peligro las vidas de Thorgal y su familia en el país de Qa. Por un lado, una facción del gobierno respeta la decisión de Thorgal de retornar a su isla desierta junto a su familia; mientras que otra facción pretende manipular a su hijo, quien posee poderes extraordinarios, para someter al pueblo, por lo cual intentará deshacerse de sus padres.
Otra amenaza la encuentran en la codicia sin límites de Kriss de Valnor, que está dispuesta a cualquier cosa para llevarse sus carretas de oro. Sorprende que Thorgal se empeñe en ayudarla a pesar del peligro que representa y los agravios contra su familia.
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