Título: Sombras del pasado
Título original: Shadows of the past
Guion: Walter Simonson
Lápiz: Sal Buscema
Tinta: Sal Buscema
Color: Paul Becton, Christie Scheele
Valoración: 9 sobre 10
Frases destacadas: "Hela no me deja elección. He de volver a la tierra de la muerte y obligarla a que me libere de su maldición. Pero, por primera vez, el vikingo dios del trueno siente inusuales dudas ante la idea de la lucha. ¿Tengo alguna posibilidad de ganar cuando cada golpe puede machacarme? ¿Qué oportunidad tengo? ¡Ninguna!" (Thor)
"¡Y cuando mi hermano se dé cuenta de lo que pasa, será demasiado tarde! ¡Sus huesos estarán pulverizados! ¡Hija, en mis manos has puesto a mi mayor enemigo!" (Loki)
Reseña: Como bien se podría deducir del título, este episodio y los siguientes de la saga de "La Maldición de Hela" presentan una relación directa con lo acontecido en las sagas anteriores ya que el autor continúa explorando las consecuencias de la reciente contienda del Ragnarok. No hace falta leer ningún capítulo anterior para disfrutar de la historia, pero si lo hiciéramos, encontraríamos las causas de lo que ocurren en la actual saga.
Recordemos que poco antes de que estallara la batalla entre las fuerzas del demonio y las de Odín, se produjo un pacto entre el rey de los elfos oscuros y la diosa de la muerte por el cual cualquiera que cosumiera los alimentos encantados de las Hadas sufriría dos efectos: su alma se condenaría a los dominios de Hela y su cuerpo permanecería en Midgard para servir fanáticamente a Malekith. Thor juró liberar estas almas injustamente recolectadas en Hel y cumplió su promesa.
Sin embargo, si algo no les falta a los dioses aesires es orgullo, por lo que la agraviada soberana del reino de los muertos no veía la hora de vengarse del dios del trueno. Así, le ha lanzado una maldición arrebatándole el don de la muerte que le impide morir ni sanar.Ya ha sufrido los terribles efectos de esta maldición, fracturándose un brazo en su lucha contra los Merodeadores, pero ha logrado subsanar parcialmente esta herida recurriendo a un ingenio mecánico de un compañero suyo, el vengador Tony Stark.
Frustrados sus planes de convertirse en el nuevo soberano de Asgard tras desaparecer Odín, Loki el tramposo pretende apoderarse del Reino Dorado organizando un golpe de estado con los ancestrales enemigos de los asgardianos, esto es, con los Gigantes de Hielo. Para ello destruirá primero al máximo baluarte de estos dioses aprovechando la maldición que su macabra hija le ha prodigado. El retorcido dios del engaño conspirará para que Thor combata contra sus peores enemigos en Midgard, como el Hombre Bestia o el Destructor, pero obligándole, mediante engaños, a contenerse para salvar vidas humanas, lo que le hará aún más vulnerable.
Además, existe realmente una profecía en la mitología nórdica que señala que el dios de la tormenta morirá cuando se enfrente a uno de los inquietantes hijos de Loki cuyo nombre aún no se revelará para no destapar futuros argumentos. Dicha profecía se citó en un episodio anterior y cobra fuerza en este capítulo con ciertos comentarios de Loki que dejan entrever las ideas de Simonson para el futuro inmediato de esta serie.
Por otra parte, en Asgard, la historia se centra en los dos huérfanos gemelos adoptados por los dioses que intentan adaptarse a su nuevo hogar tan lleno de prodigios y seres extraordinarios.
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