The Mighty Thor (Lord of Asgard) vol. 2 n. 67
Título: Espiral Parte 8 - Las Puertas del Infierno
Título original: Spiral Part 8 - The Gates of Hell
Guion: Dan Jurgens
Lápiz: Max Fiumara
Tinta: Cam Smith y Rich Perrotta
Color: Brian Reber, Sotocolor
Valoración: 10 sobre 10
Edición española: Tomo recopilatorio: "Thor Señor de Asgard: La Tierra 2020", Panini Comics
Citas destacadas: -"He visto mucho. He estado en otros mundos. Otras dimensiones. He visto muerte y devastación mucho peor de lo que la mayoría imagina. Pero esto lo supera todo. Es la guerra." (Jake Olson)
-"¡Estúpidos mortales! ¡A pesar de sus fallos, jamás los creí tan necios! ¡Jamás imaginé que en su desesperado deseo de conservar el poder, sacrificarían millones de vidas!" (Thor)
Crítica: Como cualquier aficionado a las aventuras de Thor sabe, el martillo encantado Mjolnir posee una inscripción en su mazo donde consta: "Quienquiera que empuñe este martillo, si es digno, poseerá el poder de Thor". Aparte de los dioses Tiwaz, Odín y el propio Thor, sólo han logrado alzar el martillo contados seres, como el alienígena Bill Rayo Beta, el Capitán América o Superman, lo que manifiesta la categoría moral y la nobleza de espíritu de quien puede ostentar este arma mágica.
Dan Jurgens juega hábilmente con esta idea para reflejar cuán lejos está llegando en sus historias, los páramos desconocidos que ningún otro autor osó hollar pareciendo que quema todas sus naves con respecto al rumbo que ha dispuesto para la colección. Con ello, despierta la anhelada emoción de la incertidumbre, ya que los graves acontecimientos que ocurren en el presente episodio provocarán que Thor no pueda volver a alzar su martillo encantado. Se dice pronto: el dios del trueno deja de ser digno para portar su eterna arma de combate por culpa de los terribles actos que comete.
Se afirma que la separación que impuso Odín entre Jake Olson con respecto del dios del trueno, privó al primero de su divinidad y al otro de su humanidad dejándose llevar el dios del trueno por la arrogancia propia de los seres que se consideran superiores.
En realidad todo empezó cuando el Señor de Asgard cometió un craso error (su imposibilidad de resucitar muertos) por el que todos sus adoradores se percataron de que no se trataba de un dios omnipotente con respuestas y soluciones para todos, sino que sólo es un simple superhéroe ultrapoderoso y bienintencionado jugando a ser Dios. La frustración degeneró entre la gente en rabia y odio.
El Consejo Secreto de Naciones, hartos de las interferencias del dios del trueno en los asuntos políticos, consideran este momento de malestar entre la población como el más oportuno para contraatacar en contra de la dominación de las deidades asgardianas. El precio resulta demasiado elevado: millones de vidas se pierden, dos ciudadas eternas (Asgard y New York) quedan destruidas, pero lo peor todavía se encuentra por llegar, pues Thor ha sobrevivido al atentado con bomba nuclear y su venganza será despiadada y brutal.
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