sábado, febrero 14, 2009

"El pequeño Hitler" y "Ocultos entre mezquitas"



The Incredible Hulk vol. 2 números 386 y 387

Títulos: El pequeño Hitler (386) y Ocultos entre mezquitas (387)

Títulos originales: Little Hitler (386) y Hiding behind mosques (387)

Guion: Peter David

Lápiz: Dale Keown

Tinta: Mark Farmer (386) y Josef Rubinstein (387)

Color: Glynis Oliver

Valoración: 7 sobre 10

Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 24 , Planeta DeAgostini

Citas destacadas: -"Nada detiene sus ansias de conquista...ya no quedan héroes vivos...ni hombres ni mujeres libres...jamás volverá a conocerse la libertad...Nunca más..." (Delfos)

-"Dr. Banner...si pudiera usted retroceder en el tiempo y matar a Adolf Hitler de pequeño salvando así millones de vidas y evitando la II Guerra Mundial...¿lo haría?" (Agamenón)

Crítica: Este episodio trata uno de los temas predilectos de la narrativa de ficción (La Zona Muerta, La máquina del tiempo, Hellboy 2...) sobre el libre albedrío del hombre, en concreto, qué ocurriría si un individuo pudiera conocer el futuro de antemano, ¿podría alterarlo gracias a su conocimiento o sus actos contribuirían al mismo porque está encadenado a un destino escrito? Aún peor, si alterar ese futuro conllevara traicionar nuestros principios, ¿seríamos capaces de transgredirlos?

En este episodio, la mística Delfos del grupo metahumano del Panteón tiene una visión apocalíptica: un niño se convertirá de mayor en un tirano peor que Hitler. Agamenón vuelve a actuar de una manera sospechosa y polémica que despertará las dudas sobre sus auténticos propósitos y el altruismo de los mismos. El jefe de El Panteón ordena al invulnerable Aquiles (quien perdió a su familia por culpa de los nazis) matar al niño que se convertirá en un dictador, pero a Hulk le da una misión más suave: que detenga a Aquiles acusado de traidor y que con el niño haga lo que su conciencia le dicte.

El escenario en que se desarrollará esta historia se encuentra en Jerusalén, ya que el niño es el hijo de los embajadores de la República de Draburg (otro país imaginario del Universo Marvel) que han viajado a Israel para mejorar las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Como judío, Peter David aprovechará la ocasión para, a través de la versión hebrea del Capitán América, la superheroína Sabra, manifestar un discurso en favor de la fortaleza casi suicida del pueblo judío para soportar cualquier adversidad, que en un personaje tan patriótico encaja bastante bien de cualquier modo. El gigante esmeralda contará para esta misión con su compañero Rick Jones, ya que así podrá seguir al niño sin llamar la atención.

No obstante, Hulk será atacado por Sabra, la superheroína hebrea con poder de vuelo y superfuerza que considerará a éste como un terrorista que pretende atentar en su país. Además, el niño parece poseer habilidades mentales de persuasión sobre los demás, así que echará sobre sus perseguidores a oleadas de personas enfebrecidas con ansias de protegerlo matando. Por las angostas calles de la ciudad de Jerusalem se desarrollará esta crisis que decidirá el futuro de la humanidad entre Hulk, Sabra, Rick Jones, Aquiles y el niño Max Meer acompañado con una extraña niña. Peter David promete un final desconcertante e inesperado.

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