martes, agosto 19, 2014

LA COSA DEL PANTANO DE ALAN MOORE NÚM. 03 (DE 6)

Guion: Alan Moore 

Dibujo: Alfredo AlcalaJohn TotlebenRick Veitch, Ron Randall, Stan Woch, Stephen Bissette

Color: Tatjana Wood

EDICIÓN ORIGINAL: The Saga of the Swamp Thing núms. 35 a 42 USA

ECC / Vértigo


Precio: 17,95 €

Valoración: 10 sobre 10

Citas: -"Si funciona...hasta pronto...y si no...te quiero, Abby" (La Cosa del Pantano)

-"Me llamo John Constantine y podemos hacernos un favor mutuamente" (John Constantine)

-"Me rindo...y mi mente se difumina...en la maleza soñadora" (La Cosa del Pantano)


Reseña: Alan Moore domina magistralmente el uso de la palabra en la narración sumergiéndonos en un ambiente propicio para el terror, además de recurrir a temas que forman parte de la imaginería popular en cuanto a miedos implantados en la psique colectiva, como los espantosos efectos antivida de los residuos nucleares. En la primera historia que se recopila en este tomo, donde el guionista vuelca su pensamiento ecologista, de dos episodios, titulada "Los periódicos de Nukeface", se centra en dicho miedo a la degradación de lo vivo que produce la radiación nuclear, pues unos individuos tiran en el pantano bidones con residuos nucleares que atraen a la criatura llamada "Cara Nuclear", que una vez fue un hombre y se alimenta de esta peligrosa sustancia. Como no podía ser de otra manera, esta criatura que proyecta radiación letal a su paso provocará estragos con todo aquel que se tropiece en su camino, como a la propia Cosa del Pantano a la que le abocará a la defunción por envenenamiento radiactivo.


A continuación empieza la primera saga extensa de Alan Moore en la colección, bajo el título de "American Gothic" y en paralelo a la saga de "Crisis en Tierras infinitas" que se desarrolla en DC. El universo se debilita y algo maligno aprovecha para resurgir y se aproxima a la Tierra, para lo cual una secta sudamericana se ha dispuesto a allanarle el camino. Se presentará aquí por primera vez a John Constantine, uno de los personajes más populares y del que acontecerá posteriormente la serie más longeva de DC desde entonces. Este planteamiento de un advenimiento perverso le servirá al guionista inglés para recurrir a personajes de la imaginería popular que a través de la literatura nos aparecen ya como terroríficos en nuestra mente, pues el ser maligno que se aproxima necesita que se incremente el miedo entre la población para facilitar su llegada.


En cuanto al crossover con DC que iniciaba, Alan Moore resaltó las dificultades al respecto en "Alan Moore: La autopsia del héroe": "La Cosa del Pantano existe en el mismo universo que Superman, Batman, Wonder Woman y los demás ciudadanos del cosmos de los cómics DC. Este enfoque tiene sus encantos y sus absurdos. Lo absurdo es obvio: para funcionar adecuadamente, el horror necesita una delicada y cuidada atmósfera...una capaz de verse arruinada por la repentina entrada de un personaje con mallas verdes y capa naranja, especialmente si ese personaje es aficionado a los chistes malos. Los encantos son más difíciles de encontrar, pero una vez hallados, pueden recompensar el esfuerzo. La continuidad - la pesadilla del profesional en un universo en que coexisten un millar de diferentes personajes superpoderosos. puede, aplicada con sensibilidad y gracia, convertirse en un rico, fértil y mítico trasfondo con personajes prototípicos fascinantes pululando por él, esperando ser elegidos como las uvas en el viñedo".


En "Patrones de crecimiento", el misterioso John Constantine visita a la Cosa del Pantano, que se está regenerando de su fatal encuentro con "Cara Nuclear", para despertarle la curiosidad sobre sus posibilidades como elemental e invitarle a un viaje de conocimiento y horror por norteamérica. Por otra parte, amigos de Constantine empiezan a fallecer de formas espantosas: comienzan a mover ficha los enemigos que buscan despertar el mal más absoluto. Stephen Bissette destaca en el libro "Alan Moore: Retrato de un caballero extraordinario" que impulsó que Alan Moore diera a luz al interesante personaje del popular hechicero de Vértigo al sugerirle que pretendían, junto a John Totleben, "diseñar a un personaje con la cara y rasgos de Sting en mente".  El propio Moore habla sobre su génesis: "Mi idea es que la mayoría de los místicos en los cómics son generalmente gente mayor, muy austeros, muy propios, muy de clase media en muchos sentidos. No son en absoluto funcionales a nivel de calle. Me atrajo la idea de que podria ser interesante crear un brujo que tuviera que ensuciarse las manos. Alguien que fuera un tipo de la calle, de la clase trabajadora, y de un contexto social diferente al estándar entre los místicos de los cómics. Constantine comenzó a crecer a partir de ahí".


En "Aguas tranquilas" y "Cuentos de pescadores", Moore recurre al miedo que causan los vampiros, en este caso chupasangres que se ocultan bajo el agua y que se alimentan de los incautos que se bañan en las aguas de una zona inundada en un encuentro anterior con la Cosa del Pantano. Ahora éste deberá cerrar esta cuenta pendiente bajando a las profundidades para encontrar a la reina de los vampiros que ha puesto cientos de huevos y enfrentarse a su espantoso campeón. El escritor británico comentó al respecto de esta historia: "lo que intento hacer aquí es mostrar una especie de paralelismo entre los valores de una comunidad normal temerosa de Dios sobre cómo hay que criar a los hijos, frente a los valores de una extraña comunidad submarina vampira".


En "La Maldición", una mujer agobiada y amargada por el machismo imperante en su vida, el patriarcado que corta sus alas, se transforma en una mujer loba que se mueve libre en la noche, otra criatura de nuestra imaginería que impulsará el miedo entre la población.


En "Cambio sureño" y "Frutos extraños", el guionista recurre a los muertos vivientes y una casa encantada. En dicha mansión se rueda una serie televisiva sobre los tiempos de amos y esclavos, y sus mismos actores se verán arrastrados hacia una vorágine de locura cuando sus papeles los vivan como reales.



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