jueves, enero 08, 2015

SUPERMAN NÚM. 33

Guión Geoff Johns

Dibujo
John Romita Jr.

Tinta: Klaus Janson

Color: Laura Martin

EDICIÓN ORIGINAL: Superman núm. 32 USA

Precio: 1 


ECC / DC Comics

Valoración: 7 sobre 10

Citas: -"Creía que era el último hijo de la Tierra, pero...no estoy solo" (Ulises)

-"Nunca será como ellos" (Madre de Ulises)


Reseña: Fijaos si deben ser malos los números anteriores al 33 que prefiero no volver la vista atrás. Empieza una nueva etapa y se ve luz al final del túnel, pero es pronto para decir si es un nuevo edén o un tren apunto de arrollarte. En principio, Geoff Johns es un excelente guionista, capaz de conseguir grandes cosas, y el dibujante ha realizado una labor genial en Marvel, sobre todo con Spiderman. A pesar de las críticas al ilustrador, considero que apetece mucho verlo en esta serie, quien parece ilusionado: "El tamaño (y el alcance) del personaje nos permiten que haga cosas increíbles y gigantescas, que levante ciertos objetos y también que derrote a ciertas cosas. Posee una imagen mítica. Tiene una fuerza y un peso que solo son propios de personajes como él. Lo divertido son los secundarios del Daily Planet y hacer que corran por ahí y hablen entre sí. A veces, eso es más crucial que los golpes y las tortas. Hay que abarcar ambos aspectos. Hay que ser capaz de actuar en obras de Shakespeare y también en películas de Sylvester Stallone. ¡Hay que poder hacer las dos cosas!". 


No cuento con la serie de "Superman: El Hombre de Acero", porque Snyder está sobrevalorado, siendo un guionista mediocre y disparatado, mientras que Jim Lee cae de nuevo en el error de Image, de dibujar sin un buen guion detrás, su arte se desmejora bastante. Toda mi ilusión se deposita en Geoff Johns para volver a la serie con ganas cada mes. Para comenzar, el guionista opta por crear una réplica de Superman en la Tierra: unos científicos estudian dimensiones desconocidas y una de ellas se descontrola y engulle sus laboratorios subterráneos. En el último momento, creyendo el fin de la Tierra cercano, unos científicos envían a su hijo a una dimensión donde adquirirá poderes sobre el resto. Más de dos décadas después, el encuentro entre Superman y Ulises, ambos con poderes similares, resultará inevitable.

En cuanto a la vida privada de Clark Kent, que en esta serie sí se le concede cierta relevancia, menos mal, el director del Daily Globe, el sr. White, despierta su lado paternal sobre el protagonista, al que considera casi un antisocial y le anima a que vuelva a la gran familia de su periódico y que le pida una cita de una vez por todas a Lois Lane. Y para rizar el rizo, el héroe de Metrópolis combatirá a un King Kong robótico. Así deben ser los cómics, que ocurra un poco de todo.

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