The Incredible Hulk vol. 2 números 402, 403 y 404
Títulos: Los árboles no dejan ver el bosque (402); Recuerdos aún verdes (403); ¿Al caos? Por allí (404)
Títulos originales: The Forest for the trees (402); In memory yet green (403); Disarray, thataway (404)
Guion: Peter David
Lápiz: Jan Duursema (402); Gary Frank (403 y 404)
Tinta: Brad Vancata (402); Cam Smith (403 y 404)
Color: Steve Buccellato (402); Glynis Oliver (403 y 404)
Valoración: 7 sobre 10
Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 28 y 29 , Planeta DeAgostini
Citas destacadas: -"La deforestación ha destruido, hasta ahora, un 10% de la junga amazónica. En general, los culpables han sido las compañías madereras y los granjeros interesados en sus cultivos y sus rebaños. Pero, desgraciadamente, un pequeño porcentaje de la jungla me lo achacarán a mí." (Hulk)
-"Que no muera aún, Marko. Puede sernos útil. Al parecer, los Vengadores han descubierto mis planes. Aunque aún no saben que yo, Cráneo Rojo, estoy tras este proyecto, ya vienen. Sería estupendo que se encontraran con Hulk...y acabáramos con ellos. ¿Qué podrían hacer si se enfrentasen al poder de Hulk junto a tu fuerza, la fuerza del Juggernaut?" (Cráneo Rojo)
Crítica: En su amplia trayectoria en esta serie, Peter David se preocupó por mostrarnos qué ocurriría si las personalidades opuestas del protagonista gobernaran: en el caso de Banner, perdería su impulsividad y ante una crisis grave, se sometería de nuevo a irradiación para hacer resurgir su parte más agresiva; si dominase el Hulk gris, sería un delincuente, una criatura instintiva al margen de la ley para saciar sus ansias de poder y riqueza. Después, el autor libra a Banner de esa inestabilidad emocional y física y, por tanto, del sempiterno rol de las metamorfosis que van de una a otra personalidad opuestas entre sí logrando finalmente una combinación equilibrada de todas ellas y otorgando más espacio en la serie a otros argumentos más interesantes y novedosos.
Sólo restaba dar un sentido más elevado y altruista a la existencia de Hulk, más allá de, como hasta ahora, de simples peleas entre villanos y héroes. De este modo, éste se integra en un grupo revolucionario antisistema con enormes recursos y capaz, por ello, de marcar la diferencia en todo el planeta. Sin embargo, el misterio que envolvía a esta organización deterioró la confianza del gigante esmeralda quien, como le ocurre al lector, sospecha que detrás de todo existe algún villano u organización criminal tipo HIDRA. Cuando Hulk confiesa su intención de marcharse del Panteón, el guionista de Maryland provoca un sorprendente giro argumental, un paso adelante en la evolución del protagonista: Agamenón renuncia temporalmente a su puesto como autoridad máxima del Panteón para tomarse unas vacaciones y se lo cede inesperadamente a un sorprendido Hulk.
A modo de flashback, se narra la investidura del goliat de jade, encontrando algunas reticencias, como la de Aquiles (ya que sólo se le conoce una debilidad: la radiación que aquél emite), y sorpresas. Agamenón se encuentra preocupado por las visiones de Delfos sobre Hulk y cree que su decisión podrá ayudar al respecto conduciéndolo por los derroteros adecuados. Además, el ya ex-líder del Panteón reconoce que se siente peligrosamente desconectado del mundo del que afirma querer comprender y salvar, por lo que prefiere realizar un largo viaje y mezclarse con la gente para posar los pies en el suelo de nuevo.
De este modo, Hulk tiene la posibilidad de cambiar el mundo tal y como crea que es justo a sus ojos. No pierde el tiempo y enseguida se pone manos a la obra: designa misiones a los miembros del equipo y a sí mismo una que le ocasionará más de un quebradero de cabeza, aunque en un primer momento no le pareciera que presentaría tantas complicaciones.
Con las veces que hemos visto destrozar árboles a Hulk, creíamos que de conciencia ecológica tenía poca. No obstante, con la presente historia reconocemos que no era así: Hulk se propone salvar la selva amazónica de la destrucción por parte de un villano. Como parte de una conspiración internacional, Cráneo Rojo, el mayor enemigo del Capitán América, ha comprado una gran extensión de la amazonia dedicándose a esquilmarla para sus perversos fines.
En la presente historia, se percibe un trasfondo de crítica social, ya que el criminal nazi que destroza la selva, se ampara en la legalidad para ello, como los empresarios sin escrúpulos que en la realidad, escudándose en la ley, cometen toda clase de barbaridades contra la naturaleza en pro del beneficio económico. En un atípico acto anti-sistema, los superhéroes de esta historia niegan esa legalidad en favor de su criterio moral, de lo correcto en conciencia. Así, el goliat verde desafía al demente criminal de guerra, pero éste ha contratado al forzudo mercenario Juggernaut como su matón y, tendiéndole una trampa, logra reducirlo y capturarlo.
El propósito de aquél consiste en apoderarse de la mente del goliat esmeralda a través de la amplificación de los poderes mentales del telépata Mentallo, el cual recurrirá a los miedos más profundamente enterrados de Hulk para controlarlo mentalmente, esto es, al miedo hacia su perverso y dominante padre que le obligó, bajo amenazas, a declarar en su favor en el juicio por el asesinato de su madre.
Más tarde, los Vengadores comandados por el Caballero Negro también desafiarán el orden impuesto enfrentándose al loco criminal Cráneo Rojo a pesar de que la ley le protege en sus propósitos (pues ha pagado para hacer lo que desee con ese terreno de la selva), aunque ante un Hulk manipulado mentalmente por sus enemigos y el imparable Juggernaut actuando juntos, poco tiene que hacer este grupo de superhéroes. No obstante, algo ocurre durante esta desigual batalla precipitando el fin de las ataduras mentales del gigante verde.
Por otra parte, Rick y Betty llaman a Doc Samson para que les ayude con el estado catátonico de la recién resucitada Marlo y, de paso, para que examine a Hulk para conocer su estado psicológico tras la reciente y nueva combinación de personalidades que el psiquiatra de pelo verde propició.
Otro punto destacable se encuentra en que el británico Gary Frank se incorpora a partir del número 403 como dibujante regular de la serie. Gracias a este nuevo fichaje, en el plano gráfico, se puede afirmar que la espectacularidad y el detallismo han vuelto a la serie y podemos dejar ya de echar de menos a Dale Keown.
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