jueves, enero 01, 2009

Rino Plastia

The Incredible Hulk vol. 2 número 378

Título: Rino Plastia

Título original: Rhino Plastered

Guion: Peter David

Lápiz: Bill Jaaska

Tinta: Jeff Albrecht

Color: Glynis Oliver

Valoración: 6 sobre 10

Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 21 , Planeta DeAgostini

Citas destacadas: -"¡Ya no lo soporto más! ¡Estoy atrapado en este estúpido disfraz! ¡En esta estúpida identidad! ¡No tengo dinero, ni futuro, ni amigos, salvo otros villanos y nunca quieren hablar de fútbol, ni de chicas, ni de nada que no sea luchar con superhéroes! ¡Mi vida es un asco!" (Rino)

-"¡Ey! ¡Apuesto a que eres un supervillano! ¡Porque los supervillanos son grandes y tontos, y feos...! ¡Y no hay nadie más grande, más tonto y más feo que tú!" (Niño)

Crítica: El dibujante regular se toma un descanso y Peter David aprovecha para introducir una historia que no sigue los argumentos de la serie regular, sino que se plantea con tintes cómicos y navideños y para relajar un poco después de los intensos números anteriores.

Mientras Doc Samson somete a Banner a terapia en el hospital (lo cual se narra en el episodio anterior), Rick Jones se entretiene narrando a unos niños el peculiar encuentro entre el supervillano Rino y el Hulk gris. El guionista retrata a Rino como un marginado social que por sus apariencias, carácter y mala reputación, la gente lo repudia cuando no huye de él. Esto le condena a la soledad, a no poder mantener relaciones de ningún tipo, salvo con otros villanos obsesionados con sus propios temas.

Hastiado de su patética situación a la que ha llegado por su meteórica (hacia abajo) carrera como matón y por someterse a experimentos que modificaron su cuerpo y le condenaron a no poder retirarse de su casi impenetrable traje (al menos, en esta época no podía quitárselo), a Rino se le ocurre robar el disfraz de un tipo vestido de Papa Noel con el que consigue ocultar su llamativa indumentaria cornuda y grisácea y, así, recaudar dinero de la caridad para beneficio personal. Pero todo se tuerce en cuanto le piden que sustituya a otro Santa Claus en un centro comercial. A pesar de la gran aceptación inicial que incluso llega a emocionar al supervillano tras largo tiempo sin recibir cariño alguno, finalmente el gamberrismo y la codicia de los niños acaban exasperando el carácter irascible del villano hasta el punto de lanzar a un niño por los aires.

Casualmente, por este centro comercial, pasan Banner, Rick y Clay, ya que la historia se sitúa cuando estos eran fugitivos de las autoridades y se movían por EE. UU. con una furgoneta robada. Para Hulk se convertirá en una prueba de fuerza contra este ridículo rival con el que iniciará una catastrófica pelea por todo el centro comercial... ¿Serán capaces de destrozar también los sueños e ilusiones típicamente navideñas de los niños de alrededor que observan atónitos una escena tan violenta con el hasta ahora considerado entrañable Santa Claus de por medio?

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