Círculo cerrado

The Incredible Hulk vol. 2 número 393

Título: Círculo cerrado

Título original: The Closing Circle

Guion: Peter David

Lápiz: Dale Keown

Tinta: Mark Farmer

Color: Glynis Oliver

Valoración: 6 sobre 10

Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 26 , Planeta DeAgostini

Citas destacadas: -"¡Intentaste matarme, y ni eso hiciste bien! ¡Me convertiste en un monstruo! ¡Destruiste toda esperanza de una vida normal! ¿Y te juzgaron? ¡No! ¡Seis meses después volviste a casa por un trueque de espías! ¡Hasta hoy!" (Hulk)

-"Si soy responsable de lo malo de Hulk...¿no lo soy también de lo bueno?" (Igor Drenkov)

Crítica: En el trigésimo aniversario de Hulk (1962-1992), Peter David rinde un homenaje al primer número del gigante esmeralda (The Incredible Hulk), de Stan Lee y Jack Kirby, publicado en mayo de 1962, unos 7 meses después de la publicación de la serie madre de Marvel, esto es, los 4 Fantásticos y unos 10 meses después de la construcción del muro de Berlín que separó a Alemania en dos. Para ello, la portada se inspira directamente en la de ese primer número, distribuye el episodio en una serie de subcapítulos concatenados como también aquel pretérito número y retoma a un personaje clave y algunos temas referidos al mismo.

Por aquella época se ignoraban los auténticos efectos de la radiactividad sobre los organismos, lo que abrió una infinidad de posibilidades para los escritores de ciencia ficción, entre ellos, Stan Lee, que creó a la mayor parte de sus personajes bajo la duda de las posibilidades de la radiación aplicada sobre el ser humano.

Se trata también de una época convulsa, el apogeo de la guerra fría entre USA y URSS, por lo que los primeros enemigos a los que se enfrentará Hulk serán los comunistas. De este modo, en sus primeros números, un espía soviético llamado Igor, se infiltra en el equipo científico del doctor Banner quien investiga y pretende probar en el desierto de Nuevo Méjico (lugar escogido pro Stan Lee también a conciencia por sus connotaciones, ya que allí se hicieron las primeras pruebas de la bomba atómica) una bomba de su invención. El objetivo del retorcido espía comunista consiste en robar las investigaciones de Banner para su patria por cualquier medio posible. Cuando éste observa en el campo de pruebas al joven incauto Rick Jones, el científico sale corriendo para salvarlo y le pide a Igor que detenga la detonación de la bomba gamma. El espía encuentra en este hecho una ocasión para librarse de este investigador americano y robarle sus ideas, por lo que no detiene nada y se acaba produciendo la explosión con las consecuencias que todos sabemos.

En este episodio, Hulk se entera de que el espía ruso que se infiltró en el Proyecto Gamma y que pudo evitar que la bomba gamma estallará exponiendo a Banner a sus desastrosos efectos, ha vuelto a Estados Unidos. Con el propósito de un ajuste de cuentas, el gigante esmeralda organiza una recreación similar a la situación de aquellos momentos previos a la detonación de la bomba para conocer si su malefactor actuaría de la misma forma, aprovechando que Igor se encuentra algo perturbado. Cuando se percatan de este secuestro, el Protectorado del Pueblo, un escuadrón soviético de metahumanos, acude para rescatar al ex-espía, más por orgullo patrio que por otra cosa. El goliat verde y sus compañeros de El Panteón lucharán contra estos para decidir el destino del patriota y desquiciado Igor.

A pesar de provenir de un país eminentemente ateo, el padre de Igor le inculcó cierta conciencia moral/religiosa a su hijo que ahora le atormenta. Éste se encuentra totalmente torturado por el peso de la culpa por no saber si sus actos que contribuyeron a aportar un gran poder al mundo sirvieron para bien o para mal y esta duda le desquicia cada vez más. El guionista se preocupa en manifestar el terrible sentimiento de culpa que atenaza al ex-espía, especialmente en unas viñetas en que mira al lector con el rostro desencajado y le interpela para que le responda sobre la auténtica moral de sus actos. Sin embargo, su patriotismo le sigue impulsando a actuar en favor de su país, aun conociendo en que derivarán sus actos.