viernes, junio 13, 2014

SANDMAN NÚM. 10: EL VELATORIO

Guion: Neil Gaiman 

Dibujo:
Michael Zulli, Jon J. Muth, Charles Vess


Color: Daniel Vozzo, Jon J. Muth


Portadas: Dave McKean

EDICIÓN ORIGINAL: The Sandman núms. 70 a 75 USA  

ECC / DC Comics


Precio: 17,95 €

Valoración: 10 sobre 10

Citas: -"Si me devuelves la vida, mi muerte no tendrá sentido. Tuve una buena existencia. Fui un buen lugar. Durante un tiempo hollé el mundo de los despiertos. Llegué incluso a enamorarme un poco. Llevé una buena vida, pero ya terminó" (Gilbert)

-"La muerte es curiosa. Antes pensaba que era algo repentino, como un búho enorme que se abatiría sobre ti y se te llevaría volando. Pero ya no. Creo que es algo lento, como un ladrón que entra en tu casa cada día y se lleva hoy una cosa y mañana otra. Hasta que un buen día te das cuenta de que en tu casa no queda nada que te retenga, nada que haga que quieras quedarte. Entonces te acuestas y te callas para siempre. Muchas pequeñas muertes hasta que llega la grande" (Robert Gadling)


-"Soy el Príncipe de las historias, Will, pero no tengo historia propia. Nunca la tendré" (Morfeo)


Reseña: Si nos preguntamos por qué Neil Gaiman abandonó su serie más famosa en su apogeo, encontraremos la respuesta en su propio espíritu de artista, en su mente inquieta que le impide estancarse demasiado tiempo con una obra. En un principio se sentía ilusionado ante las posibilidades: "The Sandman era simplemente mi cómic mensual. E iba a hacer cualquier cosa que funcionase, e iba a pasármelo bien, e iba a experimentar. Y empecé explorando géneros", a lo que añade: "Hice a Sandman tan viejo como el universo porque eso me daba todo el tiempo y el espacio para jugar. E hice de él la encarnación de los sueños y las historias porque eso me daba el marco para contar, virtualmente, cualquier tipo de historia". Para el escritor, el mundo de los sueños es una cosa seria: "En la 'vida real', vas a pasar más de la mitad de tu tiempo en un mundo de sueños y pesadillas. Cuando cierras los ojos y duermes el lugar al que vas son tus sueños y ese es un sitio en el que realmente vives". No duda en describirnos como: "Somos criaturas hechas de imaginación, sueños y esperanza".


Sin embargo, cuando alcanzó más de 70 números, el autor británico decidió que era hora de pasar página (por mucho que diga que ya tenía un esquema en la cabeza, podría haberlo alargado todo lo que hubiera querido): “¿Podría hacer otros cinco números de Sandman? Por supuesto. ¿Y podría mirarme al espejo felizmente? No. ¿Es la hora de parar por haber alcanzado ya el final? Sí, y creo que prefiero dejarlo mientras aún estoy enamorado”. De todas formas, como ya sabemos, nunca fue una despedida definitiva al mundo de Sandman por parte de su autor, sino que en realidad renunció a la serie regular, pero continuó publicando especiales de sus personajes de vez en cuando.

En este tomo recopilatorio, los capítulos "Que acontece como consecuencia de lo que sucedió antes", "Donde se celebra un velatorio" y "Donde despertamos", se dedica a las honras fúnebres de Sandman: su familia, los Eternos, los soñadores (incluido el lector, que quizá haya olvidado su asistencia por las brumas de los sueños) y otros seres que ya conocemos de historias anteriores, se reúnen en la Necrópolis Litharge para su último adiós a Morfeo. 

En "Domingo de luto", volvemos a ver a Robert Gadling, al que, como una especie de juego, Muerte y Morfeo le concedieron el don de la inmortalidad hasta que él decidiese morir. Transcurrirá el día en una feria medieval junto a su novia que ha avivado su tormento por su lamentable pasado como traficante de esclavos. Allí, recibirá la visita de Muerte para confirmarle la defunción del Eterno con el que se reunía cada 100 años para renovar su contrato inmortal. De nuevo, le hará la pregunta: ¿querrá seguir viviendo?

En "Exiliados", es una narración de transición en que en una primera parte aparece el Sandman más conocido y posteriormente, su sucesor. En un estilo gráfico oriental, se cuenta la historia del anciano Li, consejero del emperador de China durante muchos años, que cae en desgracia y resulta exiliado a la población más remota del reino. Durante su dura travesía, habrá de atravesar un desierto en el que sin querer, entrará en una de las zonas blandas, donde el mundo de los sueños y el de la vigilia se cruzan.

Por último, en el número 75, titulado "La Tempestad", Neil Gaiman aprovecha para realizar su particular homenaje a su autor favorito. Una vez le preguntaron a Gaiman qué obras salvaría de un desastre, a lo que contestó: "Si estuviera en la última biblioteca del mundo y tuviera que elegir qué obra salvar probablemente elegiría las obras completas de Shakespeare. Y lo haría por las historias que cuenta y su lenguaje. Si tuviéramos que vivir en un mundo sin literatura deberíamos ponerlas en algún lugar y transmitirlas de unos a otros". Al igual que el escritor de "Hamlet", Gaiman recurre en su obra a la literatura popular, a la mitología y a la historia. Supone una constante evidente en todos sus escritos: "Amo la religión y amo la mitología, para mí son casi lo mismo. (...) Yo amaba los mitos, hasta que fui lo suficientemente mayor para leer los libros de mitología nórdica, egipcia,… Cuando los leía pensaba: Todo el mundo tiene mitos, todos tienen historias asombrosas. Eso fue lo que me resultó fantástico de hacer la Bar Mitzva, al tener un profesor anciano que debía enseñarme el suficiente hebreo para seguir hacia delante, pero eso no me interesaba, lo que a mí me interesaba era la mitología y él quería transmitirme todo el conocimiento que tenía. Así que llegue a los trece años, conociendo todo tipo de historias oscuras. Historias muy oscuras, el tipo de historias que necesitas ser un erudito ruso para saber. Solo que yo no sabía que hiciese falta ser un erudito ruso, sino que para mí la alegría eran las historias". De esta forma, William Shakespeare, como personaje de la presente historia, favorecido por Sandman para convertirse en un inspirado autor, se determina en acabar la última de las dos obras que Morfeo le encargó, esto es, "La tempestad".

Sandman de Neil Gaiman es una obra genial que mejora con cada lectura. Casi se agradece que Sam Kieth abandonara la serie tan pronto para que otros artistas dejaran su impronta. Cada vez que se lee, se descubren cosas nuevas y se renueva la grandeza de esta serie. Gaiman nos dejó un clásico inolvidable.

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