jueves, marzo 26, 2015

GRANDES AUTORES DE BATMAN: BERNIE WRIGHTSON - LA SECTA

GUIÓN: Jim Starlin, Len Wein, Ron Marz 

DIBUJO: Bernie Wrightson

Tinta: Klaus Janson

Color: Bill Wray

EDICIÓN ORIGINAL: Batman: The Cult USA, Batman: Hidden Treasures USA

Precio: 25 


Citas: -"¡Ha terminado toda una vida de opresión! ¡Basta de pobreza y humillación! ¡Lo peor de lo peor domina ahora el cotarro! ¡Celebrémoslo! ¡Celebremos el amanecer de un nuevo día!" - Diácono Joseph Blackfire

-"El miedo es algo que uno debe afrontar por sí solo" - Batman

ECC / DC Comics

Valoración: 8 sobre 10


Reseña: Jim Starlin comenta en la introducción de esta obra que sobre su carrera siempre ha planeado el fantasma de la censura y, de hecho, se extrañaba de que se publicara esta historia. Una vez leída, puedo reconocer que existen imágenes de extrema violencia potenciadas por un curtido Bernie Wrightson en historias de terror, como la que vemos reventar la cabeza de un disparo a un personaje o a otros ensangrentados. Puede ser que la ausencia de escenas de sexo fuese lo que salvase que se acabara publicando.


La versión de Batman que nos ofrece el autor resulta peculiar, en el sentido de que deja de mostrarse invencible, inhumano, implacable, para contemplarlo más humano, más vulnerable, quebrado anímicamente durante toda la historia e impulsado por el miedo y la ira. Su imagen de atormentado la refleja el dibujante a la perfección, la oscuridad que le envuelve, sus rostros cambiantes por el terror o la furia. Bruce Wayne llega a decir: "Siempre he afirmado que me convertí en Batman para vengar la muerte de mis padres...Era mentira. En realidad lo hice para superar el miedo". Llega un momento que el cruzado nocturno manda al carajo a Gotham, la da por perdida y decide retirarse lejos, pero una pesadilla con sus padres, aterrorizándolo, le impulsa a volver y combatir el mal que la asola.

En cuanto al villano de la historia, el díacono Joseph Blackfire, el autor reconoce su inspiración en aquellos individuos envueltos en la máscara de la religión queriendo reprimir la libertad de expresión y, por tanto, la creatividad de los artistas. Starlin confirma estar harto de este puritanismo que coarta su libertad: "No podía dejar de mostrar algunas de estas tensiones en La Secta. Aquí aparece el diácono Blackfire enmascarado como líder religioso, escondiéndose tras la virtud de la moral mientras promueve sus propios intereses privados. Reconozco que sus objetivos y sus métodos son muchísimo más extremos que los de los grupos que ejercen presión en Washington, pero ambos tienen una cosa en común: ponen a Batman de rodillas".

Y esa es la cuestión, este embaucador que se autoproclama portador de la palabra divina consigue doblegar al protector de Gotham: lo tortura, lo droga, lo somete a sus designios convirtiéndolo en parte de la secta. Solo una enorme fuerza de voluntad y el apoyo de Robin le permite escapar de esta locura pseudoespiritual. Y tras caer el bastión de la ciudad, la propia Gotham es conquistada por Blackfire y su ejército de fanáticos de los que se aprovecha para sus propósitos: una vida de lujo y poder. Cumple todos sus objetivos, se gana a parte de la ciudadanía eliminando a la chusma, asesinando a sus oponentes y ni siquiera el ejército logra detenerle. Algunos llegan a proponer un ataque nuclear o declarar estado soberano a Gotham incluso. Lo que queda de un abrumado Batman, con el apoyo inestimable de Robin, se lanzan a recuperar la ciudad.

Curiosamente, esta historia guarda muchas similitudes con la fórmula de éxito de Batman: Dark Knight de Frank Miller: un Batman de capa caída, que no es el de siempre; una ciudad sometida por los delincuentes; nos vamos enterando de la historia a través de entrevistas y telediarios en viñetas sucesivas; el combate final entre el héroe quebrado y un imponente radical...Para mí, la mejor obra de Jim Starlin acompañado por un dibujante a la par de genial.

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