Dredd

Dredd

Dirección: Pete Travis 

País: Reino Unido 

Año:2012 

Duración: 98 min

Interpretación: Karl Urban  (juez Dredd), Lena Headey (Ma-Ma), Olivia Thirlby (Anderson), Wood Harris (Kay), Langley Kirkwood (juez Lex), Junior Singo (Amos), Luke Tyler (Freel), Jason Cope (Zwirner), Domhnall Gleeson (Clan Techie), Warrick Grier (Caleb). 

Guion: Alex Garland  

Producción: Alex Garland, Andrew Macdonald y Allon Reich

Música: Paul Leonard-Morgan

Fotografía: Anthony Dod Mantle 

Distribuidora: Aurum

Estreno en España: 7 Septiembre 2012 

Valoración: 6 sobre 10

Crítica: Antes de todo, admito que he leído algunos cómics del Juez Dredd, pero no soy seguidor del mismo, pues nunca me ha "cuajado" la idea de una fuerza opresora que concentra los tres poderes (en forma de juez, jurado y verdugo en unos pocos individuos) para "parchear" los síntomas de un sistema fallido que requiere un cambio urgente. No se puede criminalizar la pobreza en una sociedad con tasas de desempleo superiores al 90% en ciertas zonas, pues todo el mundo sabe que la pobreza es el caldo de cultivo del crimen. Y la inhumanidad del protagonista junto a su fanatismo a la hora de ejercer su labor resulta muy propia de la ética protestante del trabajo, y los poquísimos sentimientos que este personaje pueda mostrar quizá brillen más en alguien así, pero resulta contrario a una vida humana plena y chocará a bastante gente.

Dicho lo cual, dilemas morales innecesarios ante un mero producto de entretenimiento y suspensión de incredulidad mediante, me lo he pasado pipa con el visionado de esta película. Apoyado en una banda sonora maquinera con ciertas reminiscencias a un clásico de la ciencia-ficción como Blade Runner, el ritmo resulta trepidante y no pierde fuelle en todo el metraje. Otros detalles la hacen interesante, como su fidelidad al cómic y la increíble, a veces hasta bella, ralentización de secuencias con la excusa de ser los efectos de una droga del futuro.

Cabe resaltar el fuerte contraste entre los protagonistas. Uno, el juez Dredd no muestra emociones, no se quita el casco ni sonríe jamás; aplica un orden ficticio al caos reinante a través del texto fijado en la ley, bregado en la violencia y el crimen, aunque sepa que sólo pueden asistir al 6% del crimen, resulta implacable en su misión; por su parte, Anderson es una novata idealista que cree que puede cambiarlo todo y a la que el departamento de policía  le concede una segunda oportunidad tras haber suspendido el examen de acceso, por su particularidad de ser una mutante con poderes mentales. Así, nombran al juez más duro del departamento como su evaluador y ya en su primer día se topará contra todo un mundo despiadado de ultraviolencia y aprenderá las consecuencias de combatir la violencia con mucha más violencia.

En un mundo postapocalíptico, la población vive hacinada en megaciudades, en bloques de kilómetros de altura. El Juez Dredd y la novata Anderson serán los encargados de investigar unos asesinatos en uno de los bloques teniendo éxito en sus pesquisas logrando detener al culpable, pero cuando se disponen a marcharse para interrogarle, el bloque se cierra y una voz en el comunicador de todo el edificio avisa de que no volverán a abrirse las puertas hasta que ambos jueces mueran por orden de la jefa del crimen en dicho bloque. Toda una oleada de criminales empezará una desigual caza hacia los agentes de la ley. A pesar de esta imposible situación, el juez Dredd no dudará en buscar implacablemente a la narcotraficante que les ha condenado para ejecutar la sentencia de muerte por sus crímenes, hasta el punto de que uno se cuestiona si son los jueces quienes están encerrados o son los criminales los que no pueden escapar de los jueces.

Esta película se ha comparado con otras dos: la versión con Silvester Stallone de protagonista, con componentes bastante ridículos y dedicada al lucimiento de la estrella del momento que era Stallone más que un respeto hacia la obra creada por el guionista John Wagner y el dibujante Carlos Ezquerra, y la "Redada Asesina" (The Ride), directa a DVD sin estrenar en cines, que se hizo al mismo tiempo que la presente y posee la coincidencia en la historia en que unos agentes asaltan un edificio lleno de criminales, resultando también tremendamente entretenida y recomendable.