jueves, abril 11, 2013

Spiderman Vengador 78

GuiónKevin Shnick, Cullen Bunn y Rob Williams 

DibujoAaron Kuder, Gabriele Dell'Otto y Brad Walker

Color: Matt Holingsworth, Dommo Aymara, Chris Sotomayor

Panini Cómics 


precio:  5.95

Contiene Avenging Spiderman 12-15 y Annual 1 USA  

Valoración: 2 sobre 10

Citas: -"Lo creas o no, Spidey, no lo hice por dinero. Mi cliente dijo que había encontrado una forma de matarme" (Masacre)


-"¡Me debes treinta pavos de la última partida de póquer...miserable...trepamuros...tramposo!" (La Cosa)

Reseña: Como el mes pasado, vuelvo a recomendar que, por ahora, no se destine parte del presupuesto mensual de cómics a esta colección, pues hay en el mercado cómics mucho mejores y que no suponen un insulto a nuestra inteligencia como lectores. Mis razones al respecto se encuentran en que el presente tomo no recopila, de nuevo, episodios del Amazing Spider-man donde sí ocurren cosas interesantes y entretenidas, sino que se trata de Avenging Spiderman, con guionistas dispares y casi siempre guiones desafortunados.

Para la primera historia de dos episodios se cuenta con 
Kevin Shnick  un escritor que proviene de la telebasura, en concreto de la teleserie "Robot Chicken". Procurará imprimir a este guion el mismo humor irreverente y absurdo que a la serie televisiva que le ha proporcionado fama, aunque el problema es que no lo consigue, no resulta nada divertido, ni utiliza de manera adecuada al personaje de Masacre y se llega a caer en tintes dramáticos cuando se enmarca a éste en un propósito suicida. El villano más ridículo de Spiderman, con la venia del Hombre Rana, el Buscavidas Hipnótico, de estética y música de los70, con la habilidad del control mental a bajo nivel, organiza un plan de fuga del "talego" con la implicación involuntaria del trepamuros. Para ello, a cambio de después hipnotizarle para detenerle el corazón, contará con el dicharachero mercenario para facilitar la manipulación mental de Spidey y posterior intento de asesinarle.

El guion de la segunda historia se entrega a 
Cullen Bunn  que es ese guionista mediocre que siempre ronda en Marvel y está en todas partes, al que llaman cuando no saben a quién llamar o que funciona de comodín en alguna transición entre guionistas estrella. Puede llamar la atención la mezcla del trepamuros con dinosaurios, pero la historia resulta de lo más simple y predecible. Peter Parker demuestra sus pocas dotes de convencer a sus compañeros de Horizon Labs para una expedición científica a Tierra Salvaje. Al poco de llegar acaban presos de Niñolisto, un científico loco con un descabellado plan de ganar poder con un ejército de dinosaurios mutantes. Spiderman se unirá a dos habitantes de Tierra Salvaje, Chico Luna, un antepasado de la humanidad, y Diablo rojo, un enorme dinosaurio, que unirán fuerzas para salvar a sus amigos y liberar a la Tierra Salvaje de la dominación de un loco.

El anual incluido no rompe la racha y, por tanto, no consigue salvar el tomo, con una historia de personajes contradictorios y un final decepcionantemente ilógico. Un par de hermanos encuentra un extraño artilugio enterrado en Central Park, que al pulsar un botón provoca que los que están alrededor se peleen por los motivos más absurdos. Uno de los hermanos lo ve como una oportunidad de negocio y decide venderlo a un criminal para que pueda modular el comportamiento de la gente y cometer delitos. Sólo el carácter alegre de Spiderman parece ofrecerle cierta protección contra este aparato, pero no le salvará de liarse a puñetazos con el sobrino favorito de la tía Petunia por una pequeña deuda de póker.

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