La luz y las tinieblas

The Mighty Thor número 348 

Título: La luz y las tinieblas.

Título original: The dark and the light.

Guion: Walter Simonson

Lápiz: Walter Simonson

Tinta: Bob Wiacek

Color: Christie Scheele

Valoración: 10 sobre 10

Edición española: Tomo recopilatorio "La Saga de Surtur/2". Planeta de Agostini (Forum)

Frase destacada: "Estoy atrapado en el tejido por mi propia madeja. Sólo puedo mover la mano derecha. Pero, ¿qué es lo que veo? ¡Cada vez que tiro de los hilos blancos, los seres del tapiz se mueven! Veo las consecuencias de cada uno de mis actos...las vidas que he salvado y las que no. Y a mi izquierda, donde el hilo blanco permanece inmóvil, veo a aquellos cuyas existencias no he afectado, cuyas vidas pude alterar pero no lo hice. También ahí veo las consecuencias, las vidas que he salvado y las que no ¡Pues estoy inserto en el Gran Tapiz y todo lo que hago o dejo de hacer resuena en el tejido que me rodea!" (Balder)

Reseña: Svartalfheim es uno de los nueve mundos de la cosmología asgardiana que el autor aprovecha para enriquecer sus historias. También conocido como el Reino de las Hadas, se vincula a las mitologías escandinava, celta y artúrica. Su malévolo dirigente Malekith, cuya primera aparición en el Universo Marvel tiene lugar en el 344 de esta misma serie -por tanto, se trata de una creación genuina del guionista-, se representa como uno de los peores enemigos de Asgard con poderes tan extraordinarios como la teletransportación, fusión con las sombras o la metamorfosis.

No obstante, su mayor don consistía en el Cofre de los Antiguos Inviernos con el que podía desencadenar los hielos de Niffelheim sobre cualquiera de los nueve mundos. Eric Willis, un mortal terrestre, le robó este objeto mágico para evitar su sanguinaria ambición ocultándolo en Midgard. Privado de su arma más poderosa, no logra resistir la ira de Odín que lo condena al destierro en otra dimensión llamada Limbo Negro.

El demonio de fuego Surtur libera al soberano de Svartalfheim de su cautiverio a cambio de su servidumbre, pero sin confesarle que lo que en realidad pretende es destruir toda la existencia, incluido a sus aliados. Se le encomiendan dos misiones: tentar a Loki para que se una a su bando en la inminente batalla y recuperar el Cofre de los Antiguos Inviernos para liberar sus fuerzas místicas sobre la Tierra provocando el caos que facilite la entrada del Señor de Muspelheim y sus huestes.

Este reino de los elfos oscuros se encuentra en las cuevas bajo unas ruinas situadas en Cotswolds (Inglaterra) adonde viajan imprudentemente Roger Willis, actual forzado guardián del cofre mágico tras el asesinato de su padre, y el dios del trueno. Ambos constituyen los mejores protectores de este objeto místico y hubieran podido retrasar el Ragnarok, pero el paladín de Asgard cayó bajo el hechizo amoroso de Lorelei que le hace actuar precipitadamente y cometer errores fatales que sus enemigos aprovecharán muy bien.

En Asgard, los Tres Guerreros reúnen todos los efectivos de los que dispone el reino dorado, pero Odín teme que no sean suficientes para aplacar a sus innumerables adversarios, así que se prepara para participar en tan épica e incierta batalla.

Alejados de esta crisis, en el valle donde rebrotan de la tierra las raíces de Yggdrasill, el árbol que protegía a Midgard antes de la llegada del hombre, las parcas, conscientes de la decisiva importancia del dios de la verdad y la luz en la próxima contienda y cumpliendo una profecía, le revelan una gran verdad: todos nuestros actos poseen un eco en la eternidad. El descubrimiento de este íntimo vínculo con el GranTapiz de la vida marcará el principio del fin de la profunda depresión de Balder el Bravo tras su retorno del Valle de la Muerte, experiencia traumática que le empujaba irremediablemente hacia la locura y el suicidio.