The Incredible Hulk número 328
Título: ...Un poco de cabeza
Título original: Piece of mind
Guion: Peter David
Lápiz: Dwayne Turner
Tinta: Tony De Zuniga
Color: Petra Scotese
Valoración: 6 sobre 10
Edición española: Coleccionable El Increíble Hulk n. 5 , Forum
Citas destacadas: -"¡Ni siquiera estás vivo! ¡No ríes, no lloras! ¡No amas! ¡Sólo destruyes! ¡No eres más que un estado de conciencia!" (Fragmentos)
-"Sólo sé una cosa. Por muy duras que se pongan las cosas, por sombría que sea la situación, el suicidio no es una solución. Quizá nunca encuentre una cura, quizá mientras haya negrura en mi alma, Hulk existirá. Pero nunca, nunca, volveré a buscar la muerte, porque mientras hay vida...hay esperanza." (Banner)
Crítica: Con fecha de mayo de 1962, se presentó el tan trágico como formidable personaje de Hulk (también conocido por estos lares como la "Masa") en la serie The Incredible Hulk creado por Stan Lee en el guion, Jack Kirby en los lápices y Paul Reinman en los acabados gráficos. Nace del oportuno desconocimiento científico de los efectos de la radiactividad sobre el cuerpo muy aprovechado en la ficción, de una época oscura y convulsa como la guerra fría necesitada de la ilusión y la esperanza que transmite el mito del héroe y de la clamorosa inspiración de Stan Lee en dos personajes de la literatura decimonónica como son Frankenstein y el Dr Jekill y Mr. Hyde.
Stan Lee reconoce en una entrevista concedida en una seminario sus intenciones sobre Hulk: "Mi idea era crear un superhéroe que, a la vez, fuera un monstruo. Un ser bueno, pero brutal. ¿Recuerda Frankenstein [de 1931], con Boris Karloff? Siempre pensé que el monstruo era un buen tipo, no quería dañar a nadie, y aquel puñado de idiotas con antorchas no dejaba de perseguirlo.". Añade sobre los orígenes de Hulk: "Buscaba una especie de Dr. Jekyll & Mr. Hyde. `Hulking brute´ [bestia gigantesca] era la expresión que lo definía, y de ahí surgió Hulk. Kirby dibujó un monstruo genial, terrible pero empático. En principio era gris, pero en la imprenta hicieron una pequeña chapuza. En algunas páginas salía un verde claro; en otras, oscuro; otras, casi negro. Al verlo verde, me gustó y decidí que se quedara así. Le daba un toque original".
Sin embargo, la fórmula del Hulk salvaje y simple en la que degeneró el personaje acabó quemándose y en los años 80, la serie se encontraba al borde de la cancelación. Nadie en Marvel quería encargarse de la serie. Bob Harras, el editor de The Incredible Hulk, recurrió a un escritor de prometedora carrera que estaba empleado en el departamento de ventas de Marvel. Había hecho algunos guiones para Spiderman, pero lo apartaron inmediatamente porque las altas esferas no veían bien que un comercial se encargase de los guiones de uno de los personajes más famosos de la Casa de las Ideas. Se trataba de Peter David, quien no se encontraba muy seguro de aceptar el encargo. Su mujer Myra confiaba en su talento y le convenció definitivamente para que aceptara el encargo. Y acabó quedándose más de 10 años en la misma. De hecho, como el propio guionista ha reconocido en multitud de ocasiones, concibió la serie pensando en que fuese del agrado de su esposa.
El presente nº 328 constituye la primera toma de contacto de Peter David con el personaje para comprobar cómo se desenvolvía con el mismo. Es un fill-in o episodio unitario y autoconclusivo casi al final de la etapa de Al Milgron que no se inmiscuye en ninguno de los argumentos del guionista regular en esos momentos. En él, Peter David reflexiona sobre su visión particular en ese momento de la situación del protagonista y su concepción de sus dos personalidades opuestas y en permanente lucha por prevalecer.
Así, compara la inevitable transformación de Banner en Hulk con una enfermedad terminal que sólo tiene dos salidas: suicidarse o aceptarla y, si ocurre esto último, habrá de pasar las distintas fases de un enfermo terminal: miedo, incredulidad, ira y resignación. A medida que el protagonista sufre estos estados mentales, se reflejan las personalidades de Banner y su alter ego tal y como las concibe el autor. De este modo, mientras que el Dr. Banner se manifiesta como un hombre cobarde, hipócrita y reprimido, pero que a pesar de todo (o quizá gracias a ello) no sucumbe ante la fatalidad de su vida; Hulk se retrata como un ser casi inhumano, la simple exteriorización exagerada de la parte oscura y reprimida de Banner.
Con habilidad prometedora, David juega con la interpretación del lector oscilando la historia entre la alucinación introspectiva del protagonista y unos hechos reales que le ocurren que no se discernirá de que se trata hasta el final. Banner recorre con un jeep el desierto de Nuevo México en dirección a la Base Gamma con la intención de ayudar a capturar y curar a su amigo Rick Jones quien se ha convertido accidentalmente en un nuevo Hulk. Enmedio de la carretera se topa con un extraño individuo que afirma encontrarse al final de una enfermedad terminal y que ha contratado a un asesino para que acabe con él. El sicario resulta ser una misteriosa y oscura criatura llamada Fragmentos que parece conocer muy bien psicológicamente al Dr. Banner y a Hulk y a los que desafiará física y moralmente.
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