jueves, agosto 22, 2013

PACIFIC RIM: AÑO CERO

Guión Travis Beacham 

DibujoSean Chen y otros


Tinta: Mark McKenna y otros

Color: Guy Major y otros

Aleta Ediciones


Contiene Pacific Rim: Tales from Year Zero


precio: 14,95 euros

Valoración: 5 sobre 10

Citas: -"Es el momento de darles algo de esperanza" (Caitlin)


-"Peleamos por amor. Esa era la clave. Y no la descubrí yo" (Dr. Schoenfeld)


-"La familia no siempre es cuestión de sangre. En ocasiones es algo que construimos. Cuidar de alguien es una decisión. Es lo opuesto a la soledad" (Pentecost)

Reseña: La rompetaquillas "Pacific Rim" merece ser vista en el cine, pues aunque argumentalmente otras películas le ganen, en espectacularidad dudo mucho que la superen. Además, la participación de Guillermo del Toro (quien en las entrevistas asegura que tiene dos casas: una para su familia y otra para sus amados monstruos) supone un valor añadido a lo que podría reducirse a un simple y vacuo producto de consumo. También se presentan connotaciones nostálgicas para todos aquellos que han disfrutado jugando a juegos de monstruos contra robots, como "War of the Monsters", horas interminables. Y a los otakus que les guste Evangelion, ya ni te cuento lo que fliparán con la película.

La idea central de la historia consiste en un portal interdimensional que se abre en agosto de 2013 en el fondo de una grieta (después se explicará por qué y para qué), bajo las aguas del océano, por donde salen monstruos gigantescos, los kaiju, que se dedican a destrozar ciudades, cada vez más fuertes conforme pasa el tiempo. La respuesta de la humanidad será crear robots gigantes tripulados por humanos, los Jaegers, para que los aniquilen. A partir de esto, surgen una serie de dudas que perjudican el sentido de incredulidad: ¿por qué los pilotos han de estar dentro de los robots y no conducirlos a distancia? ¿por qué los robots no usan más objetos punzantes y sus constructores confían tanto en sus golpes con los puños? Incluso para salvar a la humanidad encuentran los científicos problemas de financiación (¿sale caro salvarla?). Y lo más grave, si el portal se encuentra localizado y se le puede realizar un seguimiento, a qué genios se les ocurre crear robots y enormes muros costeros para detener a los monstruos cuando sería más efectivo montar una plataforma de misiles alrededor de este portal para cada vez que asomara la cabeza un monstruo descargar misiles sobre ella o un satélite que les ataque desde el aire o una nave (pues estos monstruos la mayoría no vuelan). O simplemente, por qué no enterrar la salida del portal interdimensional con unas bombas atómicas bien colocadas.


En este cómic de la precuela, contamos con Travis Beacham, el creador de esta descabellada idea, que realiza una introducción sobre cómo se le ocurrió todo esto y guioniza la historia. A través de una periodista que prepara un artículo, que sirve de hilo conductor, se profundiza en los primeros implicados en el proyecto de los Jaegers, pero concediendo especial importancia a manifestar emociones y sentimientos de los personajes. Los dos científicos principales que desarrollan el proyecto de los robots reinician una relación sentimental que acaba en cuanto la pareja se lía con el piloto de un robot con el que comparte un vínculo de memoria necesario para pilotar la máquina. Aparecen también personajes de la película, como Stacker Pentecost con su hija adoptiva, quien verá morir a una compañera por el imprudente uso de energía nuclear en los primeros robots que pilotaron, o los hermanos Becket que al principio discuten al compartir ciertos recuerdos inoportunos. Se trata de una obra entretenida si no se le exige demasiado.

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