Adivina quién viene a cenar, o ¡No es fácil ser verde!

The Mighty Thor número 365 

Título: Adivina quién viene a cenar o ¡No es fácil ser verde!

Título original: Guess who's coming to dinner (or: It's not easy being green!)

Guion: Walter Simonson

Dibujo: Walter Simonson

Color: Christie Scheele

Valoración: 8 sobre 10

Edición española: Tomo recopilatorio "Thor: La lucha por Asgard/2". Planeta de Agostini (Forum).

Frases destacadas: "¡Las ratas están a punto de convertirse en la única banda de Central Park! ¡Desde aquí podremos extendernos, y apoderarnos de todos los parques de la ciudad! Y luego...¡invadiremos las calles! ¡invadiremos los edificios! ¡invadiremos New York!" (Sureño)


"-¿Y nunca has pensado en regresar? (Thor)
-¿A qué? ¿A los impuestos? ¿A los atracadores? En realidad, lo único que echo de menos es el fútbol. (Sorbecharcos)"

Reseña: En el Universo Marvel, hasta la criatura más minúscula puede vivir aventuras épicas y trepidantes en los más recónditos lugares. Se puede alabar la osadía y originalidad de Walter Simonson porque esas son las cualidades que diferencian a los grandes autores de los mediocres. No cabe duda de que algunos lectores considerarán un tanto atrevida esta inusual historia protagonizada por tanto animal y bicho ( el héroe transformado en batracio; su enemigo Loki en mosca; los famosos caimanes de las alcantarillas hacen acto de presencia; bandas rivales formadas por ranas y roedores plenamente racionales...), pero ya se sabe lo fina que resulta la línea que separa la genialidad de la majadería, en este homenaje a Carl Barks, referente de las historias protagonizadas por animales parlantes y autor favorito del guionista de la serie.

Si se realiza una lectura en clave de humor, se captarán los dos mensajes que el autor desea transmitir: no importa la forma externa para ser un héroe y conviene de vez en cuando reírse de uno mismo, de lo preestablecido, para que los problemas no acaben abrumándonos.

Cuán atónito queda el hijastro de Odín, el dios del engaño Loki, cuando se percata de la asistencia del que parece ser Thor a la Gran Asamblea para elegir un nuevo soberano de Asgard. Él mismo había dedicado grandes esfuerzos a alejarlo de esta reunión democrática para favorecer su candidatura y lo tenía por perdido en Midgard en forma de rana. Este inesperado contratiempo le obliga a solicitar un aplazamiento para reconsiderar su estrategia para hacerse con el trono.

En realidad, se trata de una estratagema del sabio Heimdal, el antiguo guardián del ahora desaparecido Bifrost, para retrasar las elecciones hasta descubrir el paradero del auténtico dios del trueno.

En su nueva forma anfibia, Thor se encuentra en Midgard, en Central Park donde ha decidido permanecer hasta que libere a sus nuevos amigos acuáticos de sus mortíferos enemigos. De este modo, organiza un plan de ataque para repeler las ambiciosas aspiraciones de conquista de las malvadas ratas que pretenden invadir toda la ciudad en cuanto le arrebaten el embalse a las ranas.