miércoles, agosto 02, 2006

¡Ragnarok & Roll II!

The Mighty Thor número 351 

Título: ¡Ragnarok & Roll II!

Título original: Ragnarok and roll, too!

Guion: Walter Simonson

Dibujo: Walter Simonson

Color: Christie Scheele

Valoración: 10 sobre 10

Edición española: Tomo recopilatorio "Thor: La Saga de Surtur/2". Planeta de Agostini (Forum).

Frases destacadas: "¡Mi padre está solo en Asgard! ¡En vez de observar la batalla desde lejos y a salvo, se enfrenta al enemigo más terrible de los dioses! ¡Y temo que por su avanzada edad, no sea rival para el Señor de Muspelheim!" (Thor)

"¿Podremos vivir para siempre? ¡Alzaos, valientes! ¡Desenfundad las armas! ¡Y seguidme hacia Hel!" (Sif)



Reseña: Para no mermar la épica de esta epopeya y el coraje demostrado por los guerreros del bando de la luz, conviene incidir en un error frecuente para los profanos de esta serie o de la mitología nórdica que consiste en creer que los dioses asgardianos poseen el don de la inmortalidad al igual que otras deidades, como las del Olimpo. Gozan de habilidades sobrehumanas (resistencia, superfuerza, vuelo, etc.), pero entre ellas no se encuentra la inmortalidad. De hecho, hemos sabido en esta misma etapa que algunos dioses murieron a manos de Surtur o de las vicisitudes de Balder el bravo en el Valle de la Muerte. Cuando estos dioses llegan a la edad madura, envejecen a un ritmo extremadamente lento alcanzando una enorme longevidad que puede medirse en milenios. Este hecho puede atribuirse a los vikingos, el pueblo que dio origen a tales mitos, que consideraban que la imposibilidad de morir en combate, disminuía el valor de las hazañas.

Por lo tanto, existe un peligro real para estas divinidades de Asgard de perecer en combate ante sus innumerables e implacables enemigos, que han tenido siglos para fortalecerse y multiplicarse. Aparte de la superioridad numérica de los hijos de Muspell, se ha de tener en cuenta al formidable titán que los dirige, el demonio Surtur, del que no se conoce forma alguna de destruirlo y constituye una fuerza elemental que puede vivir eternamente. Además, porta la espada sin vaina, Crepúsculo, forjada con la energía de una galaxia, capaz de repeler las armas místicas asgardianas y con la que pretende incendiar los nueve mundos en cuanto la prenda en la llama eterna.

En Midgard, la magia del Cofre de los Antiguos Inviernos debilitó el portal que separaba la Tierra del reino de Muspell cuyos demoníacos habitantes aprovecharon para invadirla estableciendo su base en el desierto del Sahara. Desde allí envían a través de portales a sus tropas por todo el orbe.

Aunque se trata de una guerra mundial, el cómic se centra en la batalla que tiene lugar en las calles deNew York donde los guerreros del bando de la vida se percatan de que no van a ganar si continúan luchando cuerpo a cuerpo. Sus rivales los desbordan y les hacen retroceder cada vez más, por lo que deciden cambiar a estrategias más arriesgadas y casi suicidas.

De cualquier modo, el autor sabe que en estos momentos tan violentos y desesperados, las muestras de compañerismo y heroísmo cobran mayor fuerza, llegando más fácilmente a la fibra sensible del lector. Si estos números, los más intensos de la serie en opinión de muchos críticos, se convirtiesen en una producción cinematográfica, habría muchas ocasiones en que un público entregado aplaudiría conmovido. Entre dichas muestras, destacan la esperanza que transmiten los superhéroes de NewYork a sus compañeros; la oportuna intervención de los marines para salvar el día; o, la favorita en mi caso, cuando aparece Eilif el Matador de dragones, que de una manera nada forzada, nos permite conocer el destino que todos sospechábamos había logrado, un personaje con el que el guionista logró que simpatizáramos.

En Asgard, la gravedad de la situación alcanza niveles críticos, puesto que Surtur ha cruzado el puente del arco iris que une Midgard con Asgard arrollando sin apenas esfuerzo a su eterno guardián Heimdall y rompiendo el puente en pedazos después para evitar interrupciones en su objetivo. Aún así, no impide queThor lo atraviese en el último segundo para enfrentarse, en una batalla desigual e inevitable, contra un adversario mucho más poderoso que él mismo, por lo que dará todo de sí y usará sus poderes como nunca antes...¿Permitirá Odín que su preciado hijo se sacrifique para conceder una oportunidad de salvación al universo?

No hay comentarios: